Los condados de Los Ángeles y Orange oficialmente pasaron este martes al nivel naranja, menos restrictivo, del sistema de reaperturas por riesgo por coronavirus por condado, así lo anunció el Departamento de Salud de California.

Las medidas que permiten calificar para pasar al nivel naranja requieren que un condado tenga una tasa diaria promedio de nuevas infecciones de covid-19 de 3.9 por cada 100,000 residentes, junto con una tasa de positividad de prueba de 4.9% o menos, además, debe mantener esos niveles durante dos semanas consecutivas.

La directora del departamento de salud, Bárbara Ferrer, informó este martes que el condado de Los Ángeles pasará al nivel naranja el lunes 5 de abril, y las modificaciones a la orden de salud del condado serán actualizadas este viernes.

Aunque los cambios se definen en cada condado, pasar al nivel naranja en California permite que se eliminen restricciones de capacidad en los negocios minoristas y de cuidado personal, mientras aumenta el límite de capacidad del 25% al 50% para cines, iglesias, museos, zoológicos, acuarios y restaurantes. La capacidad del gimnasio podría aumentarse del 10% al 25%.

El nivel naranja también permite que los bares vuelvan a abrir al aire libre, mientras que las salas de juego y los centros de entretenimiento familiar podrían reanudar las operaciones en el interior.

Ambos condados cumplen con las medidas, sin embargo, las autoridades de salud del condado de Orange aún no han dado ha conocer cuándo exactamente se pasará al nivel naranja y cuáles serán las restricciones para los negocios que podrán abrir, pero los cambios serán anunciados próximamamente.

Según las cifras semanales publicadas por el estado el martes, Los Ángeles tenía una nueva tasa de casos de 3,1 por cada 100.000 residentes y una tasa de positividad en las pruebas del 1,5%. Ambos números fueron inferiores a la semana pasada, cuando la tasa de casos del condado fue de 3.7 por cada 100,000 residentes y la tasa de positividad de las pruebas del 1.8%.

Por su parte del condado de Orange tiene una tasa de 2,8 por cada 100.000 residentes y una tasa de positividad en las pruebas del 1,7%.

A medida que se abren más negocios y lugares públicos en California, es importante mantener las medidas de seguiridad para evitar la propagación de variantes del coronavirus. La directora de Salud Pública, Bárbara Ferrer, dijo en una reunión de la semana pasada que “seguimos preocupados por los riesgos potenciales que pueden frustrar nuestro progreso”, enfatizando que “los riesgos incluyen una mayor circulación de variantes preocupantes, debido un mayor número de casos en gran parte de Europa y muchos estados”, así como debido a los viajes de primavera y a que muchas personas están relajando las medidas de seguridad.