Continúa el goteo de muertes entre la población de Ucrania. Según Kiev, al menos tres civiles han perdido la vida y otros 20 han resultado heridos en las últimas horas bajo el fuego de la artillería rusa.

Se han producido intensos bombardeos en Járkov, la segunda ciudad del país, y en otras urbes y pueblos de las zonas de la provincia de Donetsk que todavía están bajo control ucraniano.

También ha habido víctimas entre la población en Zatoka, cerca del puerto de Odesa. Tres personas murieron el domingo y dos resultaron heridas al explotar una mina y otras dos mientras se bañaban en la costa del Mar Negro, a pesar de la prohibición oficial. Uno de los cadáveres fue recuperado el lunes.

Ambos contendientes informan de pocos avances. Moscú afirma haber tomado el control de Udy, en la región de Járkov. Esta localidad había sido objeto de fuertes bombardeos. Kiev afirma haber alcanzado con misiles una base mercenaria del grupo ruso Wagner en Lugansk.

Mientras las tropas rusas continúan el bombardeo masivo en el frente, en la retaguardia se prepara el terreno para una futura anexión de los territorios ocupados: Se facilitan pasaportes rusos a la población, se pagan salarios y pensiones en rublos y se organizan visitas de la prensa internacional para mostrar una supuesta “normalidad”.