La reapertura de las primeras 72 escuelas trajo baches inesperados que se atienden bajo el criterio de que la seguridad es la primera prioridad. En la aplicación de los protocolos de protección de la salud, maestros y resto del personal del distrito escolar de Los Angeles tendrán que hacer lo que nunca antes habían realizado y llenando vacíos en esta realidad atípica.

Los maestros – aseguró su lideresa, Cecily Myart-Cruz- juegan un papel fundamental en la ejecución del plan de seguridad de cada escuela suscrito con LAUSD, siglas en inglés del distrito escolar. Son vigilantes de que cada plantel esté debidamente protegido.

Son tres los elementos principales de esa estrategia, según explicó:

1.- En cada escuela debe crearse un grupo de trabajo que se reúna con autoridades y el plantel de enfermería para detectar que no haya problemas. Una semana antes del regreso físico a los campus habrán de recorrerlos para hacer supervisión meticulosa.

2.- Líderes de los capítulos magisteriales  deben asegurarse que los protocolos de seguridad están en su lugar antes que las escuelas abran y hacer un chequeo puntual un día antes de que los estudiantes acudan a las aulas para certificar que los problemas y deficiencias hayan sido resueltos.

3.- Los problemas deben ser reportados de inmediato a fin de que los campus escolares sean altamente seguros.

Myart Cruz indicó que la mayor parte de los problemas se resolverán en el sitio escolar, pero en caso contrario se recurriría a un nivel superior.

Dijo, además, que una escuela debe ser revisada a diario para asegurarse que cada elemento de seguridad está en su lugar.

La dirigente señaló que algunas escuelas tienen más problemas logísticos que otras. No hay una sóla respuesta para todos los campus, por lo que la solución a menudo sucede trabajando en colaboración con el administrador y si eso no funciona hay protocolos para llevar para llevar el problema al siguiente nivel.

“Va a ser una nueva experiencia para todos nosotros. Seamos el uno con el otro con los estudiantes y con nosotros mismos”, expresó durante su mensaje semanal.

Myart-Cruz indicó, sin embargo, que el reinicio de clases presenciales puede que no sea perfecto, “pero nuestros corazones están perfectamente felices” por la alegría experimentada por las escuelas al tener nuevamente a los niños en su seno.

“Hay una lucha, desafíos, pero si centramos a los estudiantes en todo lo que hagamos lo haremos bien”, expresó.

Indicó que uno de los mayores problemas que afectan a los campus es la enorme necesidad de espacio para el cuidado de niños. El distrito escolar estima que se necesitarán 300 aulas para esa tarea vespertina.

Agregó que el cuidado de los niños es un componente clave para hacer que el aprendizaje híbrido funcione para las familias y para que las escuelas sigan los protocolos de seguridad por los que los educadores lucharon.

En ese sentido, puso de relieve que las comunidades a la que sirven los maestros han enfrentado graves dificultades económicas, perdida personal inimaginable en la pandemia y el impacto de una vacunación desigual. Por ejemplo, comunidades pudientes como Bel Air y Beverly Hills tienen tasas de vacunación contra el COVID-19 casi del 60%, mientras que en comunidades de escasos recursos como Bell, Van Nuys o Pacaoima apenas llegan al 20%.

“Nuestros protocolos de seguridad son la forma en que mantenemos a nuestra comunidad más segura”, dijo.

Asimismo, señaló que la próxima semana, los educadores habrán de expresarse sobre la tentativa de LAUSD de extender el año escolar.

SE CANCELA LA “S” PARA LA MAYORIA DE ALUMNOS

Anunció, además, una victoria para los estudiantes: para este año escolar, LAUSD cancelará la “S” como resultado de una calificación satisfactoria a la mayoría y sólo aplicará para los alumnos del undécimo grado para fines de admisión a la universidad.

“Esta es una buena anoticia para los estudiantes porque sabemos que un retorno saludable y curativo no implica que tomen una prueba estresante de alto riesgo en este año lectivo único”, dijo.

Hizo notar que las pruebas estandarizadas son dañinas y despilfarradoras en la mejor de las circunstancias, por lo que era esencial que una reapertura física a las escuelas no se viera comprometida al pedir a los estudiantes ese tipo de evaluaciones.

También se refirió a las muertes del afroamericano Dante Wright y el latino de 13 años Dante Toledo causadas por policías.

Reiteró la necesidad de desmantelar el racismo institucional .