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LEA, constructor de amplia infraestructura, en su gobierno se descubrió el gigante pozo petrolero Cantarel, se enemistó con empresarios y fue acusado de represor

July 9, 2022 - por

LEA, constructor de amplia infraestructura, en su gobierno se descubrió el gigante pozo petrolero Cantarel, se enemistó con empresarios y fue acusado de represor

El presidente de Chile, Salvador Allende y Luis Echeverría, en 1972.

. Luis Echeverría Álvarez, quien falleció esta madrugada, concluyó su mandato en 1976, dejó al país en medio de una grave crisis económica a causa de la primera gran devaluación del peso en la posguerra (de 12.50 a 23 pesos por dólar) y señalado como uno de los responsables de las matanzas de estudiantes ocurridas el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y el 10 de junio de 1971.

Nació el 17 de enero de 1922 y fue postulado como candidato del PRI a la Presidencia de la República sin haber ocupado cargos de elección popular, y también de los partidos Popular Socialista (PPS) y Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).

Obtuvo 86.02 por ciento de la votación contra 13.98 de su contrincante, el panista Efraín González Morfín. Sucedió en el cargo a Gustavo Díaz Ordaz.

Echeverría transformó su personalidad a partir de su postulación: pasó de funcionario serio e introvertido a parlanchín y sonriente; izquierdista hacia fuera y crítico del modelo de “desarrollo estabilizador”, al que prometió sustituir por el de “desarrollo compartido”.

Antes de convertirse en abanderado priísta a la primera magistratura, cubrió “su personalidad con un manto protector poco menos que impenetrable”, según varios historiadores. Luego, como presidente, a diferencia de Díaz Ordaz, quien mostraba sus estados de ánimo, Echeverría fue un personaje que dominaba sus emociones.

Durante su mandato aumentó el ritmo de la inversión pública. Creció la producción de petróleo y acero, así como la generación de energía eléctrica; se multiplicó la red carretera, fueron construidos nuevos aeropuertos y creados dos puertos para la navegación de altura: Puerto Madero, en Chiapas, y Lázaro Cárdenas, en Michoacán.

Se inició la construcción del Circuito Interior de la Ciudad de México para agilizar el tránsito vehicular y se dio gran importancia al desarrollo de centros turísticos de playa, iniciando el más ambicioso: Cancún, en la península de Yucatán; Ixtapa, en Zihuatanejo, Guerrero, y se diseñó el desarrollo turístico de Los Cabos y Loreto, en Baja California Sur.

En su gobierno se dieron los primeros hallazgos importantes de crudo, recurso no renovable que tan sólo unos años más tarde le darían a su sucesor, José López Portillo, los argumentos suficientes para decir a los mexicanos que nos debíamos acostumbrar a “administrar la abundancia”, aunque su gestión sería señalada por casos de corrupción y nacieron las crisis económicas recurrentes.

En el ámbito internacional, la administración echeverrista estuvo cerca de los regímenes socialistas de Chile y Cuba. Le otorgó asilo político a Hortensia Bussi, esposa del presidente Salvador Allende, cuando éste murió en 1973 al ser derrocado en un golpe de Estado por el dictador Augusto Pinochet.

Cuando se produjo el cuartelazo que derrocó al presidente de izquierda –quien era apoyado por la Unidad Popular y la Democracia Cristiana- se concedió asilo a miles de chilenos y, una vez que se obtuvo el salvoconducto para los refugiados en la embajada mexicana, se rompieron las relaciones con el gobierno golpista.

Otro tanto hizo con gran número de perseguidos provenientes de otras dictaduras de América del Sur. Pero reprimió los movimientos de la izquierda nacional.

En ese contexto, el 14 de marzo de 1975 Echeverría acudió a la Universidad Nacional Autónoma de México a inaugurar el año lectivo, pero tuvo que salir del auditorio de la Facultad de Medicina –a donde acudió una multitud– protegido por elementos del Estado Mayor Presidencial, siendo el primer mandatario en ser descalabrado por una piedra que le pegó en la frente. Nadie había olvidado que era el secretario de Gobernación el 2 de octubre de 1968.

En su mandato, 1970-1976, se aprobaron 48 reformas a la Constitución. Para mejorar la situación de la economía nacional, se formó la Comisión Nacional Tripartita, integrada por empresarios, líderes sindicales y funcionarios públicos que estudiarían y darían resolución a los problemas. Se creó el Instituto de Fomento Nacional a la Vivienda de los Trabajadores y las secretarías de Turismo, de la Reforma Agraria, así como la Comisión de Estudios del Territorio Nacional. Se estableció el calendario de 160 horas de trabajo al mes, de lunes a viernes, para los trabajadores al servicio del Estado.

Aunque los grupos guerrilleros surgieron en México una década antes, 1971 se convirtió en el año en que estas organizaciones se multiplicaron y muchas de ellas conformaron la Liga Comunista 23 de septiembre.

Ésta última pretendió secuestrar al más poderoso y célebre de los empresarios de aquel entonces, Eugenio Garza Sada; después vendrían los secuestros del director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Julio Hisrchfield Almada, y el de su suegro y ex gobernador de Jalisco, José Guadalupe Zuno, por parte del grupo Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP), organización a la que también se le atribuye oficialmente la muerte de Carlos Ramírez Ladewuig, líder moral de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). El 11 de agosto de 1976, a unos meses de entregar el poder y en un acto fallido, otro comando pretende secuestrar a Margarita López Portillo, hermana del presidente electo.

Tras abandonar la Presidencia de la República, Echeverría fue miembro del Comité Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (1977) y embajador mexicano itinerante durante 1977 y 1978. Aunque presentó su candidatura para ejercer la secretaría general de la ONU en 1981, se retiró para permitir la elección del peruano Javier Pérez de Cuéllar.

En febrero de 1998 Echeverría tuvo que declarar ante la Comisión Parlamentaria que investigaba los sucesos de Tlatelolco, pero fue 34 años después de esa matanza que se convirtió en el primer ex presidente en acudir a declarar en calidad de indiciado ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado para responder por las acusaciones de genocidio, homicidio, lesiones, desapariciones forzadas y “lo que resulte”, formuladas por ex dirigentes del movimiento estudiantil de 1968. También lo hizo por la matanza del 10 de junio de 1971.