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Madre e hijo migrante se reencuentran en la Ciudad de México, 13 años después

October 31, 2018 - por

Madre e hijo migrante se reencuentran en la Ciudad de México, 13 años después

Doña Sara Meléndez y su hijo Fredy se abrazan tras su reencuentro. Foto Víctor Camacho

Ciudad de México.

Su voluntad fue inquebrantable. Nunca perdió la esperanza y ayer rindió frutos. Fueron 13 años de incertidumbre sin saber de su hijo, que un día partió hacia el norte, en busca de las oportunidades que Honduras no le daba. Trece años de ausencia y no saber de él: si estaba vivo, solo, si comía, dormía, si era feliz. Nada, no sabía nada. Pero esta noche lo volvió a ver y rompió en llanto.

Doña Sara Meléndez se notaba ansiosa, desesperada por ver de nuevo el rostro de Fredy, quien hoy tiene 35 años y ha hecho su vida en México. No dejaba de temblar, emocionada lo buscaba por todos los rincones de la casa Jaime Sabines, en San Ángel, donde se dio el primer encuentro de mujeres migrantes de diferentes partes del mundo que buscan a sus hijos desaparecidos y la alcadía de Álvaro Obregón les ofreció una cena.

Fueron miles de kilómetros los que Sara recorrió para poder abrazar de nuevo a su muchacho, que la esperaba con rosas rojas. “Te amo”, le dijo la mujer. Y se fundieron en un largo y emotivo abrazo que conmovió a los presentes. Vítores, aplausos, felicidad por ese encuentro que representa el objetivo último de esas valientes mujeres que año con año se suman en caravana y desde Centroamérica vienen a México en busca de sus hijos desaparecidos. Un encuentro que refleja que la voluntad vale la pena y que da esperanzas a todas para algún día, verse en ese lugar.

Sara es una de las impetuosas madres que forman parte de la Caravana de Mujeres Centroamericanas que esta tarde llegó a la Ciudad de México, procedente de Morelia, Michoacán, y que desde hace unos días salieron desde América Central para recorrer la ruta migrante, esa que habrían seguido sus hijos y de quienes no saben nada.

La emoción les impedía hablar. ¿Por qué se separaron?, se les preguntó. “Porque allá no hay oportunidades, no hay trabajo”, respondió la mujer. “Estoy feliz, muy feliz”, fueron las únicas palabras que ella pudo expresar.

La caravana ha recorrido miles de kilómetros para llegar a la ciudad de México. Ha sido un largo trayecto, pero nada es tan complicado ni ninguna barrera se interpondrá hasta alcanzar su objetivo último: localizar a sus hijos desaparecidos. Buscan pistas, elementos, pruebas, todo es fundamental para hallar a los suyos.

En el marco del Foro Social Mundial de las Migraciones, que se celebrará del 2 al 4 de noviembre en el Centro Universitario Cultural Tlatelolco, estas mujeres participarán en la Cumbre Mundial de Madres de Migrantes Desaparecidos.

Se reunirán por primera ocasión mujeres provenientes de África, Europa, Asía y América, para compartir experiencias y luchas. Será el espacio para “un encuentro histórico” entre madres de Magreb, Mauritania, Senegal, Argelia, Túnez, Italia, áreas del Pacífico Asiático, Estados Unidos, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México