Los Angeles, Cal.

En días pasados el Presidente Andrés Manuel López Obrador convocó al pueblo mexicano a participar en una marcha y mitin que se celebrará el próximo domingo, empezando en el monumento al Ángel de La Independencia y concluirá en el Zócalo de la Ciudad de México.

Ha reiterado el mandatario que será una movilización masiva con el propósito de celebrar lo logrado en sus cuatro años de gestión presidencial, en un marco de alegría y de respeto. No es de ninguna manera – ha reiterado el mandatario- una respuesta a la marcha de los conservadores para defender al IFE. Defenderlo de qué, si jamás está en los proyectos presidenciales su desaparición, sino todo lo contrario: mejorarlo, adaptarlo a nuestro tiempo. Si la Constitución ha sufrido más de 700 reformas, ¿por qué a la institución electoral debe permanecer inmóvil, sobre todo cuando es evidente su vínculo con la oligarquía y el viejo régimen?

En Los Ángeles, de nueva cuenta vamos a respaldar al mandatario, porque representa la causa que favorece al pueblo mexicano. Y por eso llevaremos a cabo una marcha que irá del Cabildo de la Ciudad (City Hall) y concluirá frente a la Placita Olvera. Los propósitos y objetivos de nuestra acción cívica son apoyar los cambios contendidos en el proceso de transformación y regeneración de México y popularmente conocidos como la 4T. Es decir, nos manifestaremos porque apoyamos de forma plena la recuperación de nuestros derechos democráticos como ordena la Constitución.

Nuestra demanda principal es sufragio efectivo y pleno para las y los mexicanos que residimos en el exterior. No se puede continuar permitiendo a las autoridades electorales de México sigan violando nuestro derecho al voto a quienes residimos y trabajamos fuera de México.

Gobiernos del PRI y del PAN asumieron a los migrantes como mexicanos de segunda categoría. Nos marginaron y nos dejaron solos cuando más los necesitamos, como en aquellos aciagos y dolorosos años en que sufrimos la ofensa mayor de la Proposición 187, impulsada por el gobernador republicano Pete Wilson, en 1994, que negaba servicios públicos a los indocumentados, especialmente educativos y de salud. Y no sólo eso, a los maestros y personal médico los facultó como miembros del Servicio de Inmigración para delatar a los paisanos sin documentos migratorios.

Fue un tiempo de terror y de muerte ya que decenas de paisanos fallecieron por falta de atención médica. El gobierno mexicano no hizo nada de fondo en favor de nosotros. Ante esa horfandad, la comunidad de organizó, sacó el orgullo, la casta, se movilizó y dio una respuesta valiente para luchar contra ese vendaval racista y derrotarlo en las cortes. A partir de ahí, crecimos, los paisanos sin documentos se hicieron residentes, los residentes ciudadanos y ahora somos el 25% del padrón electoral de California y decidimos las elecciones. Gracias a ello, los republicanos -enemigos del pueblo mexicano, latino, inmigrante- tienen cerradas las puertas del poder en el Estado Dorado.

Esa misma fuerza es la que merecemos tener en México. Hay que cancelar el tiempo en el que los gobiernos del PRI y del PAN nos negaron voz y voto. Sólo querían nuestro dinero, nuestras remesas, pero jamás correspondernos otorgándonos lo que en estricto rigor merecemos: nuestros derechos políticos. Sólo nos engañaron con retórica insultante, porque nos prometían una y otra vez que íbamos a votar en comicios mexicanos pero nunca cumplieron. Por supuesto que sabemos la razón fundamental de esa patraña: porque le tenían miedo a nuestro voto, miedo que desde Estados Unidos los mexicanos en el exterior decidiéramos elecciones en nuestra patria.

El INE sigue en esa línea nefasta de engaño. A esa burocracia dorada que ha secuestrado a esa institución, le da pavor llevar a cabo la credencialización de los mexicanos migrantes y que desde acá podamos votar, porque saben que al menos el 70 por ciento de nosotros estamos a favor de la Cuarta Transformación. Esa camarilla pertenece a la oligarquía, a los grupos que se adueñaron de nuestro país y que paulatinamente son desplazados por los nuevos tiempos de cambio.

En este contexto, elevamos la voz para dirigirnos al presidente López Obrador para que haga todo lo que esté a su alcance para que en las reformas que impulsa sea efectiva la credencialización y el voto en territorio estadounidense de los migrantes mexicanos. De llegarse a materializar este ideal, demostraremos cuanta verdad teníamos que desde acá vamos a ser  esa fuerza nueva de cambio democrático de la nación para profundizar la Cuarta Transformación.

Ya hemos controlado a la ultraderecha de California y ahora nuestra misión como migrantes es hacer lo mismo con la ultraderecha mexicana, a la que le mandamos el mensaje: “¡No pasará! Nuestra unidad va en ascenso y es nuestra garantía de que la 4T no la frenará nadie”.

El presidente López Obrador afirma que “la fama de México-Tenochtitlán no acaba mientras exista el mundo”, a lo que nosotros agregamos: “México será más grande cuando incluya a sus hijos ausentes: los migrantes”.

Nos vemos este próximo domingo en el corazón de la Ciudad de Los Ángeles. Todas y todos son bienvenidos.

*Juan José Gutiérrez es el director ejecutivo de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes.