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Mario Aburto fue torturado para autoinculparse de la muerte de Colosio, asegura la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Pide a la FGR reabrir el caso

November 30, 2021 - por

Mario Aburto fue torturado para autoinculparse de la muerte de Colosio, asegura la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Pide a la FGR reabrir el caso

Mario Aburto al ser detenido en Los Taurinas, Tijuana, luego del asesinato del aspírante presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio.

Mario Aburto Martínez fue torturado para que se autoinculpara de la muerte del  candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio. De esta manera, las cuatro Subprocuradurías Especiales que hubo del caso, justificaron la tesis del “asesino solitario” y para ello deliberadamente  ignoraron esta circunstancia y actuaron de manera parcial. Ante ello, la Comisión Nacional de Derechos Humanos se dirigió a la Fiscalía Federal de la República para que reabra el caso a fin de llegar a la verdad.

“Ha llegado el momento de abrirle paso a la verdad. Y no sólo por ser un hecho relevante del pasado cuya aparente resolución dejó en la mayor parte de la sociedad un sentimiento de decepción, frustración e impunidad, sino que se trata de hechos que pueden repetirse y que tocan intereses vigentes y muy activos en el presente”, postuló la institución.

La CNDH, siglas de la Comisión, envió un expediente de queja a la Fiscalía General de la República a la que pide la reapertura del caso para “ofrecer justicia y verdad” a las víctimas, “entre las que se encuentra de manera preponderante la familia del asesinado y toda la sociedad mexicana”.

Destaca que con su actuación, las cuatro Subprocuradurías especiales violaron las normas y protocolos de un debido proceso y un juicio justo.

La CNDH  hizo saber que el 26 de octubre emitió la Recomendación 48VG/2021 a la Fiscalía General de la República y al Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social por haberse acreditado actos de tortura en agravio de Aburto, a quien en el comunicado no designan por su nombre. Lo acreditan como “una persona” o “V”.

Indica que “como aporte novedoso de la Recomendación”, se integraron documentos, peritajes y testimonios obviados o eliminados de plano de la investigación oficial, el testimonio de “V” y partes de una entrevista hecha a él por personal de la CNDH, al parecer el 12 de abril de 1994, que se encuentra en sus archivos pero que no consta en la indagatoria oficial o en ningún expediente de seguimiento de queja de la institución referente a la tortura denuncia ya que nunca se integró formalmente

“Además, de que muy seguramente fue hecha de manera subrepticia, sin que “V” supiera que estaba siendo grabado”, precisa.

El comunicado indica que “V” fue torturado desde su detención el 23 de marzo de 1994, al igual que algunos miembros de su familia. Indica que ese tipo de castigo lo ha sufrido hasta años recientes.

“Las autoridades lo sabían, como lo supieron en su momento los responsables de la investigación y la propia CNDH, y a pesar de esos minimizaron y hasta desautorizaron con tal de sostener la versión oficial del “asesino solitario”.

Precisa que este cúmulo de deficiencias, omisiones y violaciones al debido proceso que se tuvieron con motivo de la investigación del asesinato del candidato presencial.

Y reitera que desde su detención y varios de los interrogatorios, Aburto alegó inocencia y denunció torturas y presiones para autoinculparse y nadie le hizo caso.

Además, agrega, se desacreditaron o minimizaron testimonios de testigos de las torturas, incluso de quienes participaron en ellas y así lo declararon a las autoridades. “Y más aún, se sesgó la información contenida en los diversos exámenes médicos que le practicaron a “V” entre el momento de su detención en la delegación de la PGR en Tijuana y su ingreso al CEREFESO1 deAlmoloya, esto es, entre el 23 y el 25 de marzo de 1994”.

“Ha llegado el momento de abrirle paso a la verdad. Y no sólo por ser un hecho relevante del pasado cuya aparente resolución dejó en la mayor parte de la sociedad un sentimiento de decepción, frustración e impunidad, sino que se trata de hechos que pueden repetirse y que tocan intereses vigentes y muy activos en el presente” .

Algunos datos sobre Aburto

Mario Aburto Martínez nació en Zamora, Michoacán en 1970.

Según sus familiares, Aburto era un ‘gran estudiante’ con excelentes notas y fue obrero.

En 1987 se fue a vivir a Tijuana, Baja California, donde trabajó en una maquiladora.

Según versiones oficiales, Aburto fue quien le disparó a Colosio el 23 de marzo de 1994 en el barrio de Lomas Taurinas con una pistola Taurus .38.

Dos días después, Aburto Martínez fue juzgado por los delitos de homicidio calificado, con premeditación, ventaja y alevosía, así como por la portación de arma de fuego sin licencia.

En octubre de 2004 se le sentenció a 48 años de prisión, pero tras varios amparos se le redujo su sentencia ese mismo año a 45.

Mientras estuvo en el penal de Puente Grande, Jalisco, Aburto convivió con el periodista Jesús Lemus, quien le preguntó si mató a Colosio.

“Si ellos dicen que tú fuiste, pues tú fuiste y no hay otra forma de decir que no. Y mientras, aquí me estoy acabando la vida por algo que ni yo estoy seguro que haya hecho”.

“A mí me tocó pagar y todavía no sé por qué, pero sí sé que un día todo se va a aclarar y entonces todos se van a dar cuenta que por mucho estuvieron acusando a un inocente”, dijo a Lemus.

El periodista narró en su libro ‘Los Malditos’ cómo fue que Aburto mandó cartas a todos los presidentes desde su arresto para tratar de explicar lo que pasó, sin embargo, no ha obtenido respuesta.

Para 2012, Aburto fue trasladado al penal de Huimanguillo, Tabasco, donde en 2017 comenzó a impartir clases de primaria a otros reos.

Mario asesoraba a otros 18 reclusos a cambio de una remuneración económica por su trabajo.

A la llegada de López Obrador a la presidencia, Aburto pudo ser escuchado por el Gobierno federal y por instancias defensoras de derechos humanos.

En febrero Aburto denunció ante la CNDH que desde su detención en 1994 ha sido víctima de tratos crueles, inhumanos y de tortura.

Con información de El Financiero.