Los Ángeles.

Aunque los tiroteos ocurridos en 2022 no han superado los del 2021, los hechos ocurridos en un Walmart en Virginia sumaron a la cuenta de 617 ataques de ese tipo.

Así lo revela el conteo de Gun Violence Archive que hace seguimiento de los tiroteos donde hay al menos cuatro víctimas, ya sea personas heridas o que perdieron la vida.

The U.S. has witnessed 617 mass shootings [4+ shot and/or killed, not including the shooter] in 37 different states and Washington D.C. in the 333 days of 2022.https://t.co/CTud7ZTO8B pic.twitter.com/mo8xiaPs5J

— The Gun Violence Archive (@GunDeaths) November 29, 2022

Los peores años son los últimos tres, del 2020 a la fecha, aunque en 2019 hubo 417 tiroteos.

La organización hace un desglose de los peores tiroteos, los cuales suman 36 este año, siendo el más mortal el ocurrido el 24 de mayo en Uvalde, Texas, donde hubo 22 muertos y 17 heridos, la mayoría latinos.

La tercera posición la ocupan dos ataques, uno en Highland Park, en Illinois, donde murieron ocho personas y 29 más resultaron heridas, en un ataque durante el desfile del 4 de Julio.

Con la misma cantidad de víctimas mortales se enlista un ataque en Broken Arrow, en Oklahoma, el 27 de octubre. Este hecho fue clasificado como un hecho de violencia doméstica, pero también catalogado como tiroteo, por la cantidad de víctimas.

En cuarta posición está el ocurrido el 22 de noviembre en un Walmart de Chesapeake, Virginia, donde murieron siete personas, incluido el atacante, quien se suicidó, antes de herir a otras seis personas.

En la quinta posición se incluyen cinco tiroteos donde murieron seis personas y 14 fueron heridas, en ataques en Texas (2), Wisconsin (2) y California (1).

ALGUNOS CAMBIOS

La mayor acción contra este tipo de ataques ocurrió con la Ley Bipartidista de Comunidades Más Seguras, la cual enfrentó duras negociaciones, pero permitió endurecer la venta de armas a menores de 21 años con problemas de salud mental y antecedentes de delincuencia juvenil.

También establece candados sobre compras excesivas de armas, para ubicar a personas que puedan representar un peligro, al utilizar el equipo en el tráfico de drogas o para cometer algún acto terrorista.

También se logran mayores fondos para la atención de salud mental y mayores revisiones a compradores.

Sin embargo, se quedó corta en cuanto a las armas de asalto, ante una oposición republicana al respecto.

Tras el tiroteo en el Club Q, en Colorado Springs, donde murieron cinco personas, y el ataque en Virginia, el presidente Joe Biden pidió avanzar con la prohibición de esas armas.

“Necesitamos promulgar una prohibición de armas de asalto, para sacar las armas de guerra de las calles de Estados Unidos”, dijo el mandatario tras ese ataque.

Jesús García/La Opinión.