Monterrey N. L.

Estamos a unas horas para salir del 2021 y recibir el Año Nuevo 2022.

Pero, ¿ ya hicimos un balance de lo hecho en el año que  termina?

En una analogía con la contabilidad veamos nuestros estados de cuentas, si hicimos los asientos contables de forma adecuada, contar los bienes, el estado económico, cómo fue el comportamiento de nuestros ingresos y egresos, el debe y haber, un buen inventario, hasta recomendable hacer una minuciosa auditoría y cumplir con la hacienda pública que realiza un control tributario.

Vamos, tener una detallada información contable en base al registro de todos los movimientos capital invertido, ingresos egresos: activos (fijo, circulante, diferido)  mediante nuestra contabilidad.

Hagamos una balanza previa, veamos nuestro costo de producción, el estado de pérdidas y ganancias.

¿Asentamos adecuadamente el debe y haber de cada asiento, en el diario?

Hay que ver los deudores y acreedores.

Pues hagamos con nuestra vida un buen balance de lo que hicimos y dejamos de hacer en este 2021.

El resultado será nuestro reto para el 2022.

– En mi núcleo familiar: ¿ fuí buen hijo?

– En la escuela, ¿estudiante eficiente?

-En mi hogar ¿amoroso y fiel marido?

– ¿Padre  comprensivo?

– ¿Trabajador, profesional y productivo?

– ¿Buen compañero?

– ¿Amigo solidario?

– En general, en todos los órdenes de mi vida fuí ¿respetuoso, leal, justo y honesto?

Nadie pide seamos perfectos.

Pero lo que sí es posible, que nosotros seamos perfectibles. Vamos, podemos ser mejores seres humanos, leales, respetuosos, honrados a carta cabal, incorruptibles y conducirnos siempre con un alto concepto del honor y la justicia.

La honestidad y lealtad, son cualidades que debemos atesorar por siempre.