AMLO,, quien dijo que no viajaría constantemente al extranjero, con su obra colocó a México como líder latinoamericano.
Durante su ejercicio, el jefe de Estado no sólo apostó por impulsar políticas para atender las problemáticas nacionales y procurar el desarrollo del país que aún gobierna, sino también se decantó por insistir en la colaboración entre los Estados latinoamericanos.
“En términos generales, la política exterior en este sexenio favoreció y apoyó una visión multilateral, donde no sólo los países más ricos pueden tener el peso en la [agenda] internacional (…). En el análisis de Latinoamérica y México, el balance es muy positivo porque [el territorio mexicano] recuperó su liderazgo [regional] gracias a sus propuestas”, reflexiona en entrevista para Sputnik el doctor en Historia y académico de la Universidad Rosario Castellanos, Javier Gámez.
En este sentido, el doctor en Sociología por el Colegio de México (Colmex), Julián Atilano, destaca en diálogo con Sputnik que las estrategias y actitudes del presidente mexicano también le brindaron legitimidad a lo largo de América Latina.
“Actualmente, se vuelve a pensar en una reintegración regional económica y política en una parte simbólica, pero también en los hechos (…) Es paradójico que un presidente que, desde el principio, dijo que no saldría del país y se le criticó por ello, haya logrado tanto, sobre todo generar el restablecimiento en [la zona]”, apunta.
La pademia del COVID
Para Gámez, uno de los momentos clave en la gestión de López Obrador en la relación con América Latina fue su gestión durante la pandemia de COVID-19. A través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), apoyó a 16 países de la región con 44 respiradores de manufactura nacional, 2,6 millones de vacunas y miles de paquetes de materiales e insumos médicos.
Asimismo, se pronunció en 2020 por la creación del
mecanismo COVAX, con el fin de que las naciones menos favorecidas tuvieran mayor acceso a las dosis contra el coronavirus. Sin embargo, para febrero de 2021, criticó a la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) por
no otorgar suficientes vacunas contra el coronavirus para la población.
“México, Argentina y Cuba comenzaron a establecer alianzas para que [los mexicanos] contaran también con insumos necesarios,
como las vacunas. Considero que fue uno de los mayores logros de este Gobierno, [éxito] que, incluso, se prolonga porque realizó un esfuerzo muy grande para que las economías avanzaran tras el levantamiento de las medidas sanitarias por el
COVID-19“, expone el experto.
Prueba de ello fue la Alianza de Países de América Latina y el Caribe contra la inflación que, en 2023, emitió una declaratoria donde acordaron, entre varios puntos, el intercambio de productos de la canasta básica y otros bienes con el fin de abaratar los costos y disminuir el alza del índice inflacionario en la región.
Un nuevo aire para la CELAC
Otro de los momentos donde las acciones de la Administración encabezada por AMLO tuvieron una gran repercusión en Latinoamérica fue en 2021, cuando México fue sede de la VI cumbre de jefas y jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), esto en la época donde la nación tuvo la presidencia pro tempore del grupo.
En los discursos, López Obrador, junto con los integrantes, redirigieron la CELAC para que sea un instrumento de integración de América Latina. Lo primero que proyectaron fue que Latinoamérica se fortalezca para, posteriormente, negociar con EEUU, ya contando con una mayor capacidad social, política y económica. Para el Gobierno mexicano, esto ha sido muy relevante porque, en lo general, lo que plantean es un instrumento que puede traer múltiples beneficios”, explica Gámez.
Prueba de esto es que, durante la presidencia pro tempore de México, se creó el Fondo de Adaptación al Clima y Respuesta Integral a Desastres Naturales (FACRID), para la dispersión de recursos económicos a partir de contribuciones voluntarias de los integrantes de la CELAC y socios del bloque para atender esta clase de siniestros.
Para 2023, cuando el liderazgo del bloque pasó a San Vicente y las Granadinas, México, Colombia y Cuba firmaron la
Declaración de Acapulco, con el fin de formalizar las negociaciones para fundar la
Agencia de Medicamentos de América Latina y el Caribe (Amlac), que tiene como fin la autosuficiencia sanitaria y acceso a insumos médicos.
Pero uno de los momentos clave de México y la CELAC fue tras el asalto a la embajada mexicana en Quito, ocurrido el 5 de abril de 2024.
El bloque respaldó al Gobierno mexicano, a grado tal que los mandatarios de Honduras,
Xiomara Castro, y de Venezuela,
Nicolás Maduro, retiraron a sus diplomáticos en suelo ecuatoriano.
Política de apoyo hacia los demás
Otro de los ámbitos en donde el mandato del presidente mexicano destacó fue en apoyar con programas sociales a América Latina, especialmente a las naciones que tienen un alto índice de personas que abandonan su país por cuestiones de seguridad y pobreza, entre otros.
“Un ejemplo es
Sembrando Vida, que tiene doble función. Por un lado, es resolver un tema medioambiental, pero, en el fondo, es
controlar la migración irregular. Esta no es una situación, como se piensa en Estados Unidos, que es ponerle una barrera a la gente para que no lleguen [a su país], sino que se queden en su [sitio de origen]. Tal y como dice el mandatario, nadie quiere salir del lugar donde vive, por lo que este tipo de iniciativas generan empleos y buscan resolver el problema, especialmente en Centroamérica”, ahonda Atilano.
Pero la ayuda no solo se ha dado en políticas públicas o de integración regional, sino en aspectos políticos, indica el doctor en Sociología por el Colmex.
“La intervención que tuvo México para
salvar a Evo Morales enviando a un avión a Bolivia es una muestra de interés democrático, de respeto a la soberanía de los pueblos y a la voluntad democrática de la propia ciudadanía”, puntualiza.
Un apoyo similar fue el que ofreció al
expresidente peruano, Pedro Castillo, después de que este pidiera asilo político a México a finales de 2022. Su encarcelamiento y el que no se permitiera su traslado a la nación latinoamericana son parte de los eventos por los cuales López Obrador sostiene una tensa relación con la actual mandataria peruana,
Dina Boluarte.
La defensa de la soberanía
Uno de los puntos que destacan los especialistas es la defensa de la soberanía durante este sexenio y, en un primer vistazo, recuerdan la rispidez que generó el Gobierno mexicano al ayudar al expresidente de Bolivia, Evo Morales, a salir de su país en 2019.
“Los sectores duros de derecha en otros países latinoamericanos comienzan a meterse [en el tema] y México tiene que responder desde su soberanía. Estos grupos no entienden esa postura humanitaria, la gran tradición mexicana sobre los exilios“, subraya Gámez.
“La imagen general con estos eventos, es que López Obrador es un presidente que toma una posición política. Más allá de ocultar acciones directas, desde esta visión de la neutralidad, como se suele hacer en un discurso liberal donde, en el fondo, están participando, están apoyando a la Organización de Estados Americanos [OEA], el mandatario no actúa así”, reitera Atilano.
“[AMLO toma una postura] desde la integración latinoamericana, pero con una visión democrática y de izquierda que, a su vez, es siempre estar del lado de los pueblos y de las mayorías”, concluye el experto.