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Militancia

March 18, 2023 - por

Militancia

Monterrey, N.L.

A veces, me siento como el vigía del Titanic. Grito “iceberg, iceberg”, pero nadie me escucha. Y ya cuando el barco choca con la masa de hielo, me reclaman. No por no haber avisado, sino por interrumpirlos de la diversión que tenían en sus salones de baile. Pero el tiempo ha provocado que mi piel se vuelva muy endurecida, y, por lo tanto, no sienta los cardos de comentarios mal intencionados, o que, por lo menos, no se analizaron profundamente antes de ser expresados.
Ayer se publicó que la madre de una niña que asesino a otra menor de edad, supuestamente, es militante de MORENA. Muchos compañeros y compañeras saltaron indignadísimos, cuestionando que tenía que ver lo anterior con el partido.
Pues, simplemente todo. Porque si lo anterior no es verdad, el partido y la alcaldía donde ocurrió el ilícito, en manos actualmente de un político de MORENA, pues; tienen que deslindarse de dicha información. Porque se corre el riesgo de que, en un momento u otro, pudiera utilizarse en contra del partido. Sobre todo, cuando la alcaldía donde ocurrió el hecho violento forma parte de un estado donde se va a elegir gobernador(a) en este año. Y donde todas las encuestas indican que MORENA, va a arrasar en dicha elección.
Solo que subestimar un hecho de este tipo, puede ser nefasto para la elección. En el mejor de los casos, solo dándonos un trago amargo. En el peor, provocando que se perdiera la preferencia electoral.
¿Exagerado? Tal vez. Pero no improbable, por desgracia.
Por otro lado, existe la otra posibilidad: que, efectivamente, la madre de la niña que le quitó la vida a la otra menor de edad, sea militante de MORENA. Y que, como muchos vecinos comentaron, se sentía con “impunidad” por tener nexos con la alcaldía morenista de la entidad.
En este último caso ¿qué aplicaría? Porque si nos ponemos a analizar lo anterior, la señora violó y violentó todos los preceptos del partido, prácticamente sin excepción.
No soy ingenuo, como muchos. Sé que los partidos políticos están conformados por seres humanos. Por lo tanto, veremos conductas y errores humanos. Esperar comportamientos “impecables”, en todos los sentidos, sería ya no digo “ingenuo”. Seria una alucinación muy fantasiosa, que obligaría a revisar mi estado mental.
Pero hubo algo que aprendí escuchando y viendo el ejemplo de AMLO, sobre todo cuando éramos oposición: que un oposicionista, para poder vencer a un sistema cómo lo era el sistema contra el cual se luchó, y se sigue luchando; tenía que ser más que un ciudadano ejemplar. Tenía que ser un trabajador, un profesionista, ejemplar también. Vamos, tenías que ser ejemplar hasta en tu vida familiar. Volverte una persona intachable, en todos los sentidos. Que no hubiera nada, pero nada, por lo cual pudieran restregarte en la cara que eres un(a) incongruente entre lo que predicas, y lo que hacías.
Muchos criticaron el discurso de ayer de AMLO en su conferencia matutina, por solo mencionar que “la situación con las niñas, donde una de ellas perdió la vida, solo demuestra una falta de valores en la sociedad”. De nuevo, solo me sonreí. Porque el presidente no dejaba de tener la razón. Sus preceptos son simples, en apariencia. Pero si los analizamos a fondo, son muy duros de seguir. Casi tan duros como el mayor precepto de todos: “amar al prójimo como a ti mismo”. Algo que vemos que, hasta las adolescentes mexicanas, en algunos casos, no pueden seguir.
Pero el “no mentir”, “no robar” y “no traicionar” son muy criticados, muy vilipendiados, muy denostados, por la oposición. Pero si recordamos que ellos mintieron para después poder robar elecciones, y así después poder robar el erario; y traicionaron por lo tanto la confianza que el pueblo había depositado en ellos ¿acaso podríamos esperar otra respuesta de la oposición ante los requerimientos y los postulados de AMLO?
Por desgracia, sabemos que ha habido y hay personas dentro del partido que no siguen esos “sencillos” postulados. Obvio, hay que pedirles cuentas. Pero tenemos a una posible militante, que no inculcó a su hija ni siquiera el postulado de “no matar”. ¿Qué debemos hacer ante esto?
Muchos y muchas podrán argumentar que eso no tiene nada que ver con el partido. Difiero. Tiene que ver, y mucho. Porque el partido, de verificarse que sí es una militante “activa”, pues la aceptó dentro de sus filas. Y ahora que tenemos esta problemática, repito ¿qué procede?
¿” Perdonarla”? Les recuerdo: somos un partido político, no una asociación religiosa. Y traicionó al partido al no seguir los postulados de este. Empezando, por aceptar que todos somos iguales, y que debe prevalecer un sentido de fraternidad.
¿Deslindarse de ella? Lo percibo como el acto más correcto y congruente. Porque muchos argumentaron: falló ella, no el partido. Y el partido no tiene que sufrir represalias por una militante que, insisto, no supo seguir los postulados que pregona.
Entiendo que muchos y muchas aun consideren que estamos en esa época donde los perseguidos, los que teníamos riesgo de ser asesinados, éramos nosotros. Y algunas veces, sin el “teníamos riesgo”. Sencillamente, porque fueron asesinados por apoyar a MORENA. Conozco casos incluso aquí en Nuevo León de víctimas de persecución por ser oposición en ese momento. Pero no olviden que ahora somos oficialismo, y los ojos de la oposición están sobre nosotros, cuál debe de ser.
Y que no van a desaprovechar ni la menor oportunidad para lanzarse en contra de nosotros, por fallas reales o imaginarias. No les demos las armas para eso. Y esto último, solo se consigue de una sola manera: con congruencia.
Gracias.