Durante más de 20 años, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha mantenido bajo su control esta megaurbe de más de 9 millones de personas, que aporta cerca del 17 por ciento del PIB nacional.

De acuerdo con una reciente encuesta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) realizada a más de 13 mil personas, Sheinbaum encabeza las preferencias electorales con el 38.8 por ciento, seguida de Alejandra Barrales (23.9 por ciento) y Mikel Arriola (9,9 por ciento), del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En el marco de una reforma política de la Ciudad de México, que estrenará este año su primer Constitución, en estos comicios se renovará la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México, 16 alcaldías, 160 concejales, 10 por cada alcaldía, y la Asamblea Legislativa se transformará en Congreso local con un total de 66 diputados.

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Ciudad de México

Todo apunta a que la Ciudad de México continuará siendo de izquierdas tras las elecciones de este 1 de julio, unos comicios capitalinos marcados por la larga sombra de Andrés Manuel López Obrador, quien fue jefe de Gobierno del 2000 al 2005, y que impulsa a su candidata.

“El bastión por excelencia de las izquierdas es la Ciudad de México, una herencia de Cuauhtémoc Cárdenas. Ya está todo cantado, porque la marca de López Obrador ha asegurado un triunfo a [Claudia] Sheinbaum y una gran representación en la cámara” legislativa, dijo hoy a Efe el investigador político Ulises Flores, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Desde las primeras elecciones en 1997 -antes el jefe de Gobierno lo asignaba el partido en la Presidencia- la capital del país se decantó por la izquierda.

Y durante más de 20 años, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha mantenido bajo su control esta megaurbe de más de 9 millones de personas, que aporta cerca del 17 por ciento del PIB nacional.

Los alcaldes capitalinos fueron Cuauhtémoc Cárdenas (1997-1999), Rosario Robles (1999-2000), López Obrador (2000-2005), Alejandro Encinas (2005-2006), Marcelo Ebrard (2006-2012), Miguel Ángel Mancera (2012-2018) y José Ramón Amieva, quien sustituye a Mancera hasta las elecciones.

López Obrador se separó del PRD en 2012 para encabezar el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y es bajo estas nuevas siglas que impulsa a Sheinbaum, siendo uno de sus mayores apoyos.

Claudia Sheinbaum, candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad por la coalición “Juntos Haremos Historia”, durante su encuentro con “Pueblos y Barrios Originarios”. Foto: Adolfo Vladimir, cuartoscuro

Su influencia, y en general su buen recuerdo como Jefe de Gobierno de la capital, es bastante evidente entre los capitalinos, pese a que estos días el resto de candidatos presidenciales hayan usado su gestión en la ciudad como un arma en su contra.

“El referente que la gente tiene sobre él es positivo” gracias a medidas como las ayudas económicas a personas de la tercera edad, apuntó a Efe la académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, Ivonne Acuña.

Y por ello, en la mayoría de propaganda oficial se coloca a Sheinbaum, científica y política, junto con el líder en los sondeos a la Presidencia.

De acuerdo con una reciente encuesta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) realizada a más de 13 mil personas, Sheinbaum encabeza las preferencias electorales con el 38.8 por ciento, seguida de Alejandra Barrales (23.9 por ciento) y Mikel Arriola (9,9 por ciento), del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“La ciudad es uno de los lugares donde más se rechaza al PRI”, explicó Acuña.

Pese a una intensa campaña, Barrales, ex sobrecargo de aviación y sindicalista con una larga trayectoria en política, parece que no logra remontar en las encuestas.

“El hecho que el PRD haya mantenido tantos años la ciudad genera al mismo tiempo un desgaste político” que aprovecha Morena, comentó a Efe el decano de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, Arturo Sánchez.

Aunque la gestión del PRD no es vista con malos ojos entre los capitalinos, la realidad es que el papel de Mancera no despertó tampoco enormes simpatías, con varios sondeos que situaron su popularidad en torno al 33 por ciento, previo a su salida para contender para senador por el conservador Partido Acción Nacional (PAN).

Además, sobre el partido sobrevuelan las acusaciones, desde hace años, de clientelismo electoral.

“No solo coaccionan o compran votos en clases populares, también lo hacen en clases medias”, aseguró Acuña, que destacó acciones como el regalo de despensas y cisternas de agua al pintado de calles y fachadas.

Afectado por estos y otros señalamientos, la luz del llamado Sol Azteca parece apagarse irremediablemente, pero todavía podría conservar varios bastiones.

En el marco de una reforma política de la Ciudad de México, que estrenará este año su primer Constitución, en estos comicios se renovará la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México, 16 alcaldías, 160 concejales, 10 por cada alcaldía, y la Asamblea Legislativa se transformará en Congreso local con un total de 66 diputados.

En las alcaldías, conocidas todavía como delegaciones, el PRD podría tener más peso.

“En muchas alcaldías las elecciones van a estar cerradas, y esto generará un poco de problemas, porque hay una división entre el PRD y Morena, y muchos candidatos del segundo provienen del primero”, explicó Flores.