Monterrey, NL

Manuel del Río Virgen, secretario de la Junta de Coordinación Política del Senado (JUCOPO), fue acusado de asesinar a un candidato de su mismo partido, Movimiento Ciudadano.
El arresto del susodicho provocó una reacción furibunda de los senadores, encabezados por Ricardo Monreal, el cual aún siendo de MORENA, se lanzó en forma por demás rabiosa contra el gobierno de Veracruz, de la misma filiación política. Simplemente, porque ahí fue donde se realizó el asesinato, en dicha entidad.
AMLO ha apoyado al gobierno de Veracruz. Monreal, recibe el apoyo del PAN y el MC, férreos opositores de MORENA.
Yo veo esto muy simple. Se debe investigar. La oposición va a sacar a relucir el “argumento” de que MORENA trata de “manchar a la oposición”.
Monreal va a tratar de sacar tajada política para dar la impresión de que tiene “peso político”.
Tal vez la oposición tema que les apliquen un “michoacanazo” como lo hizo Calderón en su momento, cuando encerró a varios alcaldes de ese estado emanados del PRD, supuestamente por tener vínculos con el crimen organizado. A la larga, resultaron ser inocentes, y todo fue un vil montaje. Claro, en un momento en el cual AMLO pertenecía aún a ese partido.
Pero el respaldo popular de Calderón nunca llegará a los niveles que tiene AMLO. La legitimidad, menos. Porque la legitimidad de AMLO nunca se ha puesto a discusión.
Por lo tanto ¿qué necesidad tiene AMLO de perseguir a un miembro del poder legislativo? No le veo sentido a una confrontación de ese tipo, sobre todo tomando en cuenta también que las encuestas dan ganador a MORENA en el 2024 en prácticamente todos los escenarios.
No. Yo no le doy tantas vueltas. Tal vez, y aplicando la navaja de Ockam, la respuesta sea tan simple como que este régimen quiere aplicar la ley. Y la oligarquía simplemente, no está habituada a que les apliquen la ley.
Creo que lo que intenta el Senado, en el hecho de intentar una desaparición de poderes en Veracruz, como represalia por lo realizado por el gobierno constitucional de dicha entidad, se le va a revertir en forma considerable al poder legislativo. Sobre todo, cuando fingieron demencia con situaciones peores en entidades como Tamaulipas, por poner un ejemplo.
A la oligarquía se le olvida que el pueblo ya cambió. Y es un cambio inexorable.
Claro, si no lo entienden por la buena, siempre van a existir las urnas.
Otra situación que le provoca urticaria a la oligarquía, que prácticamente ya es sinónimo de la oposición.
La resistencia al cambio no será fácil de vencer. Pero será vencida.
Empezando, porque nadie esté encima de la ley.
Base de toda democracia.