Maestros y directores se opusieron a ese cambio -propuesto por el Superintendente Austin Beutner- por inoportuno, porque sus miembros al igual que los alumnos se encuentran estresados, desgastados tras un año difícil por la pandemia. Sin embargo, están de acuerdo en que los estudiantes deben lograr mejor aprovechamiento y recuperar tiempo perdido “pero no es el momento para hacerlo”, expresó el vicepresidente de la institución de los educadores, Juan Ramírez.

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Definitivo: el calendario escolar no será aumentado este año y quizá ni en el próximo como lo ha propuesto el Superintendente Austin Beutner.

La Junta Educativa del Distrito Escolar Unificado de Los Angeles aprobó que no habrá cambio alguno. El incremento de 10 días a las labores ha quedado pendiente para los próximos años, precisó.

Los Sindicatos de Maestros de Los Angeles (UTLA, siglas en inglés) y de directores se opusieron a esa prolongación de tiempo en las aulas. “No es el momento para extenderlo”, aseguró Juan Ramírez, vicepresidente de la organización de los docentes.

Recordó que el 75% de los educadores se opusieron a la propuesta de Beutner, de acuerdo a una encuesta sindical.

Sin embargo, autoridades, maestros y directores están de acuerdo que a los niños les falta más tiempo de instrucción debido a la inestabilidad que causó la pandemia, precisó Ramírez. No obstante, resaltó, hay que considerar el desgaste que han tenido alumnos y docentes con las tribulaciones por el impacto social y familiar del virus y por el giro obligado a la educación virtual que significó una práctica inédita a cuya adaptación ha sido difícil y desgastante.

“El trabajo estresante de este año ha causado mella en el educador y en el estudiante. Para que se aproveche mejor, este no es el momento de hacerlo”, manifestó.

Estas fueron algunas de las condiciones y circunstancias consideradas por los siete miembros de la Junta Educativa de LAUSD, siglas en inglés del distrito escolar, para postergar la ampliación del calendario escolar.

Ramírez indicó, además, que para realizar un cambio de esa naturaleza, el distrito escolar debe negociarlo son los sindicatos de profesores y directores.

BUENA INTENCION, PLANIFICACION INADECUADA: PRESIDENTA DE UTLA

El pasado viernes durante su mensaje semanal, la lideresa del sindicato de docentes, Cecily Myart-Cruz, dio a conocer que el 75% de los maestros encuestados -sobre el planteamiento de Beutner de añadir 10 días al próximo año laboral- se pronunció en contra.

La dirigente señaló quela extensión sugerida por el Superintendente tiene buena intención, pero no tiene la planificación adecuada. “Eso ,añadio, es clave ya que LAUSD gastaría dinero ineficientemente”.

“Queremos apoyo para nuestros estudiantes de manera real e impactante a medida que salimos de esta pandemia pero una extensión obligatoria del año es una solución única que se ajusta a todas las soluciones que no funcionan con las nuevas realidades a las que nos enfrentamos”, expuso.

Dijo que una manera significativa de apoyar a los estudiantes y sus familias, a la comunidad educativa son los programas de enriquecimiento voluntario después de las oportunidades de aprendizaje escolar y la ampliación de las ofertas educativas como las escuelas comunitarias.

Esto es lo que ha escuchado de padres y educadores, citó.

ARGUMENTOS DE BEUTNER

Por su parte, el Superintendente Beutner había expresado esta tesis:

“ El camino hacia la recuperación de los niños de las comunidades afectadas por el virus  debería incluir más tiempo en las escuelas para ayudarles a compensar la pérdida de oportunidades de aprendizaje y hacer frente al trauma y la ansiedad que la crisis ha traído a sus vidas”, expuso.

Citó que el gobernador Newsom habló de este tema en marzo cuando firmó una legislación que proporciona una cantidad récord de recursos para la reapertura de la escuela.

“Utilice este dinero para ampliar las oportunidades de aprendizaje”, dijo el Gobernador. “Extender el día escolar. Extender el año escolar. Podemos hacer esto”, resaltó el mandatario.

Y agregó:

“Entiendo la vacilación. Entiendo el estrés y la ansiedad, pero eso no se compara con el estrés y la ansiedad que tendremos y el sueño de lamentar que podríamos haber priorizado a nuestros hijos”.

Enseguida apuntó:

“Para todos los que hablan de la necesidad de un mayor énfasis en la equidad en la educación pública, este tema presenta una verdadera prueba. ¿Podemos proporcionar el tiempo extra en un aula escolar que los niños de las familias de las comunidades más afectadas por COVID necesitarán recuperar?”.

Indicó que se asegurará que cada estudiante tenga tanto apoyo de instrucción y salud mental como sea posible mientras está en la escuela. Pero -aclaró- esos apoyos adicionales no son un sustituto para más tiempo en la escuela.

“Si, las escuelas tendrán recursos adicionales y si, las escuelas pueden tener la opción de agregar más tiempo. Pero sólo es posible más tiempo si las escuelas tienen personal adecuado para estar abiertas.

“LAUSD siempre ha estado a la altura de las circunstancias. Cuando el terremoto de Northridge cerró las escuelas durante una semana, las escuelas agregaron una semana al año escolar. Chicago tiene un año escolar que es ocho días más largo y me gustaría que LAUSD también pudiera”.