En el año 2021, Estados Unidos y el resto del mundo se enfrentan a dos caminos políticos muy diferentes. Por un lado, hay un creciente movimiento hacia la oligarquía en el que un pequeño número de personas increíblemente ricas y poderosas poseen y controlan una parte significativa de la economía y ejercen una enorme influencia sobre las vidas de las personas en este país.

Por otro lado, hay un movimiento creciente de trabajadores y jóvenes que, en número creciente, luchan por la justicia.

Son maestros que exigen que las escuelas estén adecuadamente financiadas y que sus estudiantes reciban una educación de calidad.

Son mineros de carbón en Alabama que han estado en huelga durante meses después de perder salarios, vacaciones, tiempo libre pagado, atención médica y sus pensiones.

Son enfermeras en el piquete en Buffalo que luchan por mejores salarios y condiciones de trabajo en medio de una pandemia mundial.

Son más de 1,400 trabajadores de la fábrica de Kellog en Michigan, Tennessee, Pensilvania y Nebraska que han estado en huelga desde principios de este mes luchando contra un plan para dar a los nuevos trabajadores salarios más bajos y beneficios inferiores.

Y hay 10,000 trabajadores de John Deere que ahora están en huelga, que luchan por salarios decentes, pensiones y beneficios de jubilación y atención médica.

Entendamos lo que está en juego aquí.

En 2020, la compensación del CEO de John Deere explotó de $ 6 millones anuales a más de $ 15 millones según el desempeño financiero de la compañía. Según el Registro de Des Moines, los ingresos netos de la compañía fueron casi tres veces más que durante el mismo período del año anterior y los ingresos crecieron a más de $ 21 mil millones en esos mismos seis meses.

Mientras tanto, el precio de las acciones de la compañía está cerca de su valor más alto de la historia, casi tres veces más por acción que al comienzo de la pandemia y ha pagado miles de millones a los accionistas como dividendos. Y en 2021 la compañía ha registrado sus ganancias más altas de la historia. ¡Alguna vez!

Y mi mensaje para John Deere y su CEO es simple: eso es mucho dinero. ¿Cuál es el problema de pagar a sus trabajadores mejores salarios y darles mejores beneficios también?

Por favor, no me digas que es porque no puedes pagarlo.

Estos son trabajadores que están pasando días largos y agotadores que están pagando por las fortunas amasadas por los ejecutivos de la compañía y las personas que poseen y comercializan sus acciones.

“La compañía está cosechando tales recompensas, pero estamos peleando por las migajas aquí” es como Chris Laursen, un trabajador de John Deere lo expresó.

Y estos son trabajadores que no solo están en huelga por sí mismos y sus compañeros de trabajo, sino trabajadores que se dan cuenta muy claramente de que el mundo entero está observando el resultado de esta lucha y se dan cuenta de que su éxito conducirá a más victorias para los trabajadores de todo el país.

Así que esta lucha es absolutamente crítica para que prestemos atención y participemos.

Sí, debemos centrarnos en la lucha por el proyecto de ley de reconciliación en Washington, D.C. Eso es enormemente importante.

Pero también debemos ser capaces de caminar y masticar chicle al mismo tiempo. Porque la verdad es que todo está conectado a todo y son las luchas a menudo inadvertidas de la clase trabajadora en las comunidades de todo el país las que en última instancia determinan la calidad de los salarios, los beneficios y la capacidad de jubilarse con dignidad en trabajos e industrias aparentemente inconexos.

Así que hoy, quiero pedirles que hagan algo importante:

No podemos tener una sociedad moral o una economía fuerte cuando tan pocos tienen tanto, y tantos tienen tan poco. Esa es la lucha en la que los trabajadores se están involucrando cada vez más en todo el país.

Es fundamental que apoyemos su lucha.

*Bernie Sanders es senador y una de las figuras más destacadas de la izquierda en Estados Unidos.