Ciudad de México.

Pese a mantener sus diferencias con el Poder Judicial por el tema de los salarios, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó las expresiones de ofensa y agresión contra los integrantes y la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación durante las manifestaciones del jueves.

“Acerca de las protestas, sostengo lo que he dicho siempre: nada por la fuerza, no a la violencia”.

Pidió dirimir las diferencias de manera pacífica y respetando “a nuestros adversarios, a todos los seres humanos; que no se agreda, que no se humille a nadie”.

En su movimiento político, subrayó, “siempre hemos protestado de manera pacífica, no somos partidarios de la violencia, ese no es el camino” y de nuevo se pronunció porque en el diferendo sobre los salarios del Poder Judicial, “hay instancias, y que sean éstas las que resuelvan lo que corresponde”.

Durante su encuentro con los medios de comunicación esta mañana, el jefe del Ejecutivo insistió: es buena la relación con los poderes. Hay puntos de vista diferentes en esto de los sueldos, pero se mantiene el compromiso, “es nuestra convicción” de respetar la independencia de los poderes.

“No tengo ningún problema de conciencia en ese sentido porque creo que es necesario que haya división y equilibrio de los poderes, que ya no exista el poder de los poderes (el Ejecutivo)”.

México, apuntó López Obrador, está en una “etapa nueva” y donde si se trabaja en forma conjunta, respetuosamente, “será un gran cambio, algo nunca visto”.

Para ejemplificar la subordinación que tanto el Legislativo como el Judicial guardaban ante el poder Ejecutivo, dijo que “se llegaba al extremo de que el presidente de la Corte tenía una red (telefónica) donde recibía llamadas del Presidente de la República”, no obstante que se trataba (el Judicial) de un poder autónomo, independiente.

“Eso se acabó. Este es un proceso muy importante el que estamos viviendo y es buena la relación; por eso asistí ayer (a la Corte). Desde luego no podemos coincidir en todo, pero podemos dirimir nuestras diferencias con urbanidad y con respeto”.

López Obrador no quitó el dedo del renglón para considerar injusto que haya funcionarios públicos con sueldos altos cuando, al mismo tiempo, hay tantas necesidades en la población.

“Y si no les alcanza (a los servidores del Estado) al que gana 80 o cien mil pesos, habrá otros que sí quieran trabajar por ese sueldo… que no es poco”.