MONTERREY, N.L.

Las grandes potencias no tienen empacho en realizar bloqueos económicos a quienes ven como sus enemigos (desde Rusia hasta Cuba), pero tampoco tienen empacho en que sus empresas sean subsidiadas (como las empresas eléctricas extranjeras que dizque compiten contra la CFE).
La misma CFE comenta que no hay “piso parejo” en cuanto a la competencia económica.
Yo me atrevería a señalar que esa falta de “paridad” no es sólo local, sino que es mundial.
Pero, la cuestión es que muchos no ven un problema en esa falta de competencia, no sólo económica sino también ideológica.
Porque si resulta que, sin bloqueo, el nivel de vida mejora en muchos países vistos como “infiernos”, ¿qué podrían aducir los países sin sistemas universales de salud? ¿Qué podrían aducir en esos países donde los gobiernos están controlados por las empresas energéticas?
La falta de competencia, desde el plano mundial hasta el plano personal, es la vía perfecta para que se detenga el progreso de la humanidad, al entrar en un callejón sin salida. Sí, un callejón sin salida, pero con ganancias sólo para unos cuantos.
Por cierto, y ya para terminar, veo en un noticiero matutino la afluencia a un concierto en una feria de un municipio neoleonés. Es curioso cómo para regresar a clases la mayoría pone mil y un excusas por la pandemia, pero para la fiesta, para la pachanga, no hay ni un impedimento.
Queremos ser como los japoneses, pero no queremos estudiar como ellos.
Creo que no tengo que repetir que ese tipo de ecuaciones con resultados “mágicos” sólo existen en la imaginación.
Tan “mágico”, como pensar que subsidiar empresas privadas con dinero público, como lo hacía la CFE con las empresas generadoras de electricidad de la Iniciativa Privada, va a redituar en un “beneficio” para todos.
Pero, bueno. Sigan con su pensamiento mágico. Yo prefiero seguir estudiando. Eso me permite terminar muchas discusiones con un “se los dije”.