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Por el bien de todos, justicia para agraviados por la corrupción

March 4, 2023 - por

Por el bien de todos, justicia para agraviados por la corrupción

Monterrey, N.L.

Son ya cuatro años  de un nuevo comienzo, de una nueva oportunidad para hacer las cosas bien  en pro de nuestro  México: La ilusión con la que fue recibido  este nuevo régimen es indescriptible, teniendo al frente a un gran luchador social, Andrés Manuel López Obrador, con un espíritu inquebrantable cuando  de proteger a los más vulnerables se trata.

El mandatario  se ha tenido que enfrentar a la peor escoria de nuestro  tiempo  que carcome las entrañas  de nuestra patria, al  más alto  nivel de corrupción. Es  difícil, claro que es muy difícil,  conseguir un cambio verdadero cuando  las estructuras están tan corrompidas. En tales circunstancias, mantener el equilibrio entre lo prometido y la realidad no es sencillo. Toda acción se mide por sus resultados y en en este caso, el gobierno federal hace loables esfuerzos cotidianos, pero aún sigue quedando a deber en materia de justicia para los agraviados por corruptos del pasado, muchos de los cuales permanecen en la estructura del gobierno del cambio. Está a prueba la credibilidad de un  gobierno por el que se ha  esperado   durante mucho tiempo.

Es una asignatura pendiente de la 4T abatir  los abusos de poder, la corrupción en su máxima  expresión, la  intimidación en todo ese engranaje  putrefacto  constituido a través de tantos y tantos años  por los gobiernos neoliberales, cuyas raíces aún perduran hasta el presente.

Conforme se agota  el tiempo de este *nuevo gobierno* ,  los agraviados por la burocracia corrupta quieren pensar que el gobierno finalmente va a atender sus demandas de justicia. Sólo con resultados se afronta a una desesperanza en aumento. Un escollo fundamental para el cambio en este rubro es – como la llama el mismo mandatario- la paquidérmica burocracia federal que no responde plenamente a los reclamos de justicia popular. Esa burocracia anquilosada y sin conciencia, que tanto detesta nuestro presidente.

La Cuarta Transformación no ha podido sanear desde su raíz la estructura de la justicia. Hay más juego de palabras que eficiencia. En este terreno, en el logro de una respuesta pronta y oportuna el nuevo régimen se juega en más de un sentido buena parte de su futuro. Sin justicia plena para un pueblo agraviado no habrá credibilidad plena para el lopezobradorismo.

A lo largo y ancho del territorio nacional hay personas y movimientos afectados por corruptos que permanecen intocables y en la más completa impunidad. Un caso fehaciente es el gobierno de Tamaulipas, cuya cabeza hasta hace poco se teñía de rojo priista y hoy lo hace de guinda y en el que no pocos subordinados pertenecen al antiguo régimen corrupto y voraz, maquillados de cambio.

Nuestro gobierno federal hace esfuerzos para combatir a las remoras del pasado pero la realidad indica que no son suficientes y que es necesario imprimirle mayor  dinamismo, hondura, eficiencia y eficacia.

Es necesario que la 4T y el mandatario  ejerciten la autocritica, que se vean al espejo y de manera sensata ponderen aciertos y grandes logros y que reconozcan errores y omisiones. Es una lucha contra el tiempo porque el final de la administración de AMLO ya está a la vuelta de la esquina y esa masa de mexicanos que han creído a ciegas en el Presidente de la Repúblicas y que han sido afectados por servidores públicos sin escrúpulos, necesitan la respuesta que debe brindarles un gobierno con sentimiento social. Se trata de respuestas positivas que le brinden la legitimidad que requiere la 4T para permanecer en el poder, guiado por su principio de que “para el bien de todos, primero los pobres”.

AMLO tiene la palabra si es que quiere pasar a la historia como el presidente que le hizo el bien a los marginados de la justicia. Hay que frenar y meter en cintura a esos venales funcionarios que lubrican el sistema político mexicano con corrupción. Queremos dejar atrás ese pasado – y presente- ominoso y transitar por las arboledas de la justicia.