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Primero, frenar el neofascismo de Trump y aliados” y luego combatir el neoliberalismo y democratizar a EU

October 30, 2020 - por

Primero, frenar el neofascismo de Trump y aliados” y luego combatir el neoliberalismo y democratizar a EU

Ash-Lee Woodard Henderson, dirigente de la organización Frontline, que se integra a una coalición encabezada por Movement for Black Lives, dijo en entrevista con ‘La Jornada’ que la actual coyuntura electoral sólo es una parte de la lucha para democratizar EU. Foto tomada del Facebook de @hendersonaw

Nueva York. 
Para dirigentes del movimiento social más grande en la historia de Estados Unidos, esta coyuntura electoral se trata de dos cosas: frenar el asalto neofascista representado por Donald Trump y sus aliados, y detonar una nueva etapa de la lucha por la democratización del país.

Ash-Lee Woodard Henderson, una líder de Frontline, campaña de una coalición nacional encabezada por Movement for Black Lives (del cual también es una dirigente nacional) junto con el Working Families Party y United We Dream (organización de los inmigrantes jóvenes) explica en entrevista con La Jornada que en esta coyuntura la tarea inmediata “es hacer todo para asegurar que frenemos el fascismo.

Lo que estamos haciendo ahora mismo es intentar que todos los que puedan votar lo hagan, no porque creamos que el voto es la única manera para llegar a la liberación, sino porque creemos en una estrategia multitáctica que incluye votar. No podemos obtener políticas progresistas si no postulamos y logramos elegir a buena gente en puestos políticos a todos los niveles, pero también tenemos que prepararnos para lo que sigue. Esperamos que será posible, creemos en el poder del pueblo, y nuestros camaradas en el sur global nos han inspirado a creer que podemos triunfar si nos organizamos y luchamos. Por eso, reconocemos que un triunfo de Biden no es el fin de nuestro trabajo, es nada más un meta inmediata, pero no es nuestra salvación, dice sobre las tareas de Frontline ( https://thefrontline.org ).

Agrega: el trabajo que tendremos que hacer para jalar a un gobierno de Biden/Harris a la izquierda será aún más crítico y nuestra labor será repudiar la agenda neoliberal que daña a nuestra gente aquí en Estados Unidos y a nivel global.

Pero todo esto gira en torno a lo inmediato y Henderson –quien también es codirectora ejecutiva del legendario centro de educación popular Highlander Research and Education Center– subraya que esta campaña es sólo parte de una lucha mucho más amplia y profunda por la democratización del país.

Explica que en Estados Unidos se está viviendo esa oscilación incesante del péndulo entre la lucha por una democracia participativa progresista, y la lucha contra una derecha extrema que promueve el fascismo y el autoritarismo; el país vacila a nivel federal entre un liderazgo derechista regresivo y un neoliberalismo moderadamente conservador.

En esta coyuntura, “estamos entre una realidad racializada donde se ha dado un levantamiento social encabezado por afroestadunidenses directamente impactados no sólo por la violencia de las fuerzas policiacas del Estado, sino por las políticas de ese Estado y por el fracaso de éste para responder de manera adecuada a las necesidades de nuestra comunidad aun antes de la pandemia, y ahora estamos ante el Covid-19, el huracán Zeta, la violencia organizada de supremacistas blancos, violencia policiaca y el nivel más alto de desempleo en mucho tiempo; esas crisis entrecruzadas están definiendo el clima político en el cual la gente está votando en estos días.

En 2020 estamos ante un rendimiento de cuentas del capitalismo racial en este país, pero también un referendo sobre las vidas negras, en defensa de las vidas negras, de las familias trabajadoras, en defensa de comunidades marginadas, agrega Henderson.

El Movement for Black Lives ha encendido el movimiento social más grande en la historia de Estados Unidos, explica la también líder nacional de ese movimiento. “No es porque hayamos hecho algo nuevo por primera vez, sino porque estamos construyendo sobre siglos de luchas de liberación negra, construyendo sobre lo que crearon nuestros ancestros y mayores, pero a la manera del siglo XXI, un movimiento intergeneracional encabezado por trabajadores, por mujeres, por LGBQT, con una vision anticapitalista. El Movement for Black Lives es en gran medida la razón por la cual tanto es políticamente posible en este momento; hicimos que cosas imposibles fueran posibles en este país, por demandar lo que merecemos y no conceder… y construyendo un frente unido de personas negras que creen en luchar por nuestra liberación y obtenerla durante nuestra vidas” ( https://m4bl.org ).

A la vez, se ha construido una nueva coalición multirracial de fuerzas sociales: el movimiento de movimientos, The Rising Majority, a través del cual se está construyendo una izquierda antirracista para que podamos llegar a una democracia, ya que nunca hemos experimentado una democracia plena en este país ( https://therisingmajority.com ).

En el plazo inmediato, Henderson explica que nuestra tarea antes del 3 de noviembre es promover que la gente emita sus votos y ejerza ese derecho. Para ello, Frontline “ha capacitado a decenas de miles de personas para funcionar como defensores electorales… ya que estamos viendo a supremacistas blancos intimidando a votantes” y buscando suprimir el voto.

Una segunda fase de esta campaña de un año empieza el 4 de noviembre para asegurar que cada voto sea contado y que ese derecho del pueblo sea defendido y nadie proclame victoria hasta que se cuenten todos los votos, advirtiendo que es muy posible que el resultado sea disputado y que no se sabrá quién ganó la presidencia el mismo día de la elección.

La tercera fase de este trabajo da inicio en enero para impulsar nuestra agenda progresista en los primeros 100 días del nuevo gobierno.