Monterrey, N.L.

Haces negocios con quien te hace propuestas de negocios.
Te casas con quien te hace propuestas matrimoniales.
Trabajas con quien te hace propuestas laborales.
Estudias con quien te hace propuestas académicas.
La palabra clave es esa: propuestas.
Y en política no es muy diferente.
Eliges opciones que te ofrezcan propuestas.
Porque si la única propuesta es decir “es que son peores que nosotros”, no sólo permitiste que te traicionara el subconsciente. Estás aceptando en forma tácita que eres una mala opción, y que no tienes propuestas.
Escribo en un momento previo a lo que puede ser el último partido de la selección nacional de fútbol en el mundial de dicha disciplina.
Y acabó de ver una convocatoria de un grupo opositor a salir a marchar este próximo domingo, llevando la “verde”: la playera de la selección nacional ya mencionada previamente.
Ahí, me di cuenta que tanto la selección nacional, como la oposición, no tienen propuestas.
La primera, propuestas de hacer un fútbol efectivo.
La segunda, propuestas políticas.
Pero hay gente que sigue confiando en ambas organizaciones, aun y cuando carecen de propuestas.
Si los seguidores de la selección mexicana, y de la oposición, siguen perdonando que sus “ídolos” no tengan propuestas, seguiremos en una mediocridad donde sólo algunos pocos tendrán ganancias, pero la mayoría tendrá pérdidas.
El mexicano fue adoctrinado para no exigir propuestas, mucho menos resultados.
Eso, esta cambiando hoy. Pero muchos no aceptan esos vientos de cambio, y solo pueden insultar, calumniar o decir que “son peores que nosotros”.
Siempre he sostenido que la mejor propuesta política es que la gente tenga dinero en su bolsillo. Y si ese dinero circula en una economía estable, con crecimiento y sin devaluación de la moneda, razón de más para apoyar esa propuesta.
Sinceramente, espero ver propuestas de la oposición en un futuro cercano, y no noticias amarillistas que quieren dar a entender que los nuevos son “peores” que los anteriores.
Porque ahora que muchos podrán cobrar aguinaldo, algo que antes no hacían, van a olvidar esas notas amarillistas.
Pero muchos en la oposición seguirán sin aceptar el ver como, aún con las “evidencias” que ellos presentan, la gente no se “convence” de la “maleficiencia” de los nuevos, y les vuelve a dar otra oportunidad a los previos.
Por lo pronto, solo les queda hacer circos mediáticos, para empañar la movilización genuina del pueblo.
Pero, como en cualquier circo, el espectáculo no puede continuar indefinidamente.
Porque a la larga, la gente querrá otras propuestas, también.