Legislaturas estatales dominadas por republicanos han aprobado proyectos de ley para prohibir o limitar a las escuelas la enseñanza de que el racismo está infundido en las instituciones estadounidenses, según el diario The New York Times.  

Informó que el gobernador de Oklahoma, el republicano Kevin Stitt, firmó una la versión en ese sentido a principios de mayo, motivo por el cual fue excluido de la comisión del centenario de la Masacre racial de 1921 en Tulsa, que el presidente Biden visitará el martes venidero para conmemorar uno de los peores episodios de violencia racial en la historia de Estados Unidos.

En Washington, agrega, 39 senadores republicanos llamaron a la educación histórica que se centra en el racismo sistémico una forma de “adoctrinamiento activista”.

El diario indica que desde las juntas escolares hasta los pasillos del Congreso, los republicanos están montando una enérgica campaña con el objetivo de dictar cómo se enseña el racismo histórico y moderno en Estados Unidos.

Por su parte, demócratas y educadores rechazan posturas y tesis republicanas lo que ha dado lugar a  un “choque políticamente espinoso que tiene profundas ramificaciones sobre cómo los niños aprenden sobre su país”.

The New York Times cita que los republicanos acusan a la izquierda de tratar de adoctrinar a los niños con la creencia de que Estados Unidos es inherentemente malvado.

Asegura:

“Los demócratas están en conflicto. A algunos les preocupa que argumentar que Estados Unidos es racista hasta la raíz —una opinión adoptada por elementos del ala progresista del partido— contradice la opinión de la mayoría de los votantes y está entregando a los republicanos un tema para usarlo como un garrote político. Pero grandes partes de la base del partido, incluidos muchos votantes de color, apoyan más discusión en las escuelas sobre el alcance del racismo, y creen que tales conversaciones son un imperativo educativo que debe mantenerse al margen de la política partidista”.

El rotativo señala que los educadores han adoptado los planes de estudio creados junto con el proyecto, respondiendo a una nación cambiante en la que la mayoría de los estudiantes de escuelas públicas ahora no son blancos, pero la fuerza docente sigue siendo casi el 80 por ciento blanca.

Los republicanos se oponen a que  las escuelas enseñen teoría crítica de la raza*.

El senador Mitch McConnell, de Kentucky, el líder del G.O.P., dijo recientemente que no estaba de acuerdo en que 1619 fuera importante en la historia de Estados Unidos. Él y otros senadores republicanos están presionando a la administración Biden para que abandone los esfuerzos del Departamento de Educación para priorizar los cursos de historia que enfatizan la “marginación sistémica” de los pueblos, dijo el periódico.

En Ohio, continuó, los republicanos en la Asamblea General presentaron una ley la semana pasada para prohibir la enseñanza de que cualquier individuo es “inherentemente racista”, que cualquier individuo “tiene la responsabilidad de acciones cometidas en el pasado por la misma raza o sexo”, o que el advenimiento de la esclavitud “constituye la verdadera fundación” de los Estados Unidos.

“La teoría crítica de la raza es una teoría peligrosa y completamente equivocada”, dijo  el representante estatal Don Jones, patrocinador principal del proyecto de ley. “No se debe pedir a los estudiantes que ‘examinen su blancura’ o ‘revisen su privilegio’

¿QUE ES LA TEORIA DE LA RAZA?

“De acuerdo a Wikipedia, Teoría crítica de la raza (en inglés Critical race theory – CRT)) es una concepción teórica que examina la estructura sociedad y la cultura en su relación con las categorías de raza, derecho y poder.​ Su marco teórico tiene su raíz en la Teoría crítica, que sostiene que los problemas sociales son causados e influenciados más por las estructuras sociales y supuestos culturales, que por factores individuales y psicológicos.​ Nace de un encuentro entre el campo de la reflexión académica y la acción por los derechos humanos.​ La teoría crítica de la raza sostiene que el racismo es estructural en la sociedad.

“La teoría crítica de la raza desplaza la atención prestada a los prejuicios y actitudes intencionalmente racistas hacia los procesos sociales considerados creadores de racismo, arraigados en las relaciones y prácticas sociales, que van más allá de los deseos individuales. Entiende la raza como un constructo socio-legal y socio-político, por lo que esta teoría puede considerarse una corriente constructivista, que sostiene que para lograr la justicia social es necesario tener en cuenta las diferencias raciales.

“Los académicos que trabajan en esta corriente están de acuerdo, además, en que el supremacismo blanco y el poder racial se mantienen a lo largo del tiempo, en parte, gracias a las leyes establecidas; y que la historia ha demostrado que es posible cambiar la relación entre la ley y el llamado poder racial y, de manera más general, perseguir un proyecto de emancipación”.