Expulsar a Ricardo Monreal, no es el camino.

Echarlo del partido Morena, sería convertirlo en víctima.

Los apátridas neoliberales y sus cómplices conservadores oligarcas, reales peligro para MÉXICO, separatistas traidores vende patria, y la prensa ultraderechista, la tomarían como buen pretexto para lanzar otra guerra sucia y seguir acusando a AMLO como vengativo y abuso del poder.

Pondrían a Monreal como “ídolo” y en desagravio, si es que la dirigencia morenista lo expulsa, lo más probable podría ser CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA por parte del prianerredismo.

La ultra derecha a

e sienten con la confianza de que puede ganar.

Fácil entenderlo.

No olvidar lo que Ricardo Monreal anunció el mes pasado.

Fue previo a una gira, que no se concretó, con el opositor diputado panista Santiago Creel para “la reconciliación nacional”.

Pero recién Monreal cambió su postura: “No se depriman -dijo con sarcasmo-, voy a resistir hasta el final porque creo en la democracia y creo en México”.

Agregó el Senador, “soy fundador de Morena, soy militante de Morena y soy aspirante a suceder al presidente de la República”.

No obstante con éste cambio en su discurso, el hecho de que, desde el interior del partido, siga la campaña para expulsar a Ricardo Monreal, mueven a los enemigos de AMLO a seguir echando más gasolina al fuego, y están ansiosos de que suceda.

Lean bien, cómo el co-fundador del Movimiento de Regeneración Nacional manda otro “mensaje” en el mismo discurso: “Yo no lucho contra el partido. Yo he cumplido con el partido, soy fundador del partido, yo he estado en Morena desde hace 26 años; he cumplido con mi función legislativa, hemos sacado todas las reformas que al Ejecutivo Federal le han interesado”.

Con ésta narrativa del legislador zacatecano, aunado a las anteriores sinergias muy notorias y “coqueteos” con los opositores, quienes abiertamente “lo cobijan”, siguen algunos de Morena presionando para que expulsen al legislador.

Pero ojo, aún hay más en el mismo discurso.

Está muy claro y rotundo el cierre del mensaje del Senador Monreal, tanto por el tono de reproche a AMLO y a los dirigentes de Morena, y el mensaje conciliador a la oposición, seguramente para que lo tomen muy en cuenta para el 2024: “No quiero que lleguemos a la etapa de la agresión física o insultos; que se convierta en una estrategia incluso electoral; por eso no abono a la polarización”.

Al buen entendedor están muy claras las palabras de Ricardo Monreal.

Así es que muy atentos, no deben expulsarlo, ni lanzar campañas de desprestigio en contra del Senador, porque equivaldría convertirlo en víctima y juzgarán a toda la dirigencia de Morena como vengativa y promotora del odio en contra de uno de sus fundadores.

Decidan en la próxima encuesta quién debe ser la o el candidato (a) a la Presidencia de la República en el 2024.

Si no le favorece a Monreal y renuncia al partido Morena para irse como candidato del prianerredismo, confirmaría su traición a los ideales del partido, a los de la 4a Transformación, y lo más grave, TRAICIÓN AL PUEBLO DE MÉXICO.