Guinzburg señaló que los estudios tendrán una duración de entre cuatro y seis meses, pero que ello no será óbice para iniciar la vacunación masiva de la población, que como han declarado las autoridades del país tendrá carácter voluntario.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió con cautela la noticia de que Rusia había registrado la primera vacuna del mundo contra la COVID-19, señalando que esta, como el resto, deberá seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo.

La vacuna rusa no figuraba entre las seis que, según señaló la OMS la semana pasada, estaban más avanzadas.

El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el viernes que Rusia “se ha saltado ciertos ensayos” a la hora de desarrollarla y aseguró que su país no hará lo mismo.

El director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, Francis Collins, llegó a comparar con una “ruleta rusa” la decisión de los desarrolladores de la vacuna en Rusia de saltarse lo que describió como “partes fundamentales” del proceso de aprobación.

A día de hoy, Rusia acumula 927 mil 745 casos de COVID-19 y 15 mil 740 fallecidos, con lo que se mantiene en el cuarto puesto por número de infectados, por debajo de EU, Brasil y la India.