Grupos y legisladores privatizadores presionan políticamente para la reapertura de las escuelas. Eso es totalmente peligroso por la inseguridad provocada por el repunte del COVID-19. Están fuera de lugar. Hay que escuchar a las familias de la mayoría de los estudiantes, los afroamericanos y latinos, que en en alta proporción no quieren el regreso a clases presenciales, declaró la lideresa del Sindicato de Maestros de Los Angeles, Cecily-Myart Cruz.

“Nuestra prioridad es salvar vidas por encima de cualquier otra cosa”, enfatizó. En tanto, los docentes negocian con el distrito escolar detalles sobre los horarios híbridos para estar preparados si un retorno físico se hace posible en algún momento durante el segundo semestre, “que está lejos”.

También hizo saber que las organizaciones de docentes del país del estado le enviaron una misiva al próximo presidente de Estados Unidos, Jose Biden, para enfatizarle que quieren algo más que la Secretaría de Educación quede en manos de un o una educadora.

“No se trata de alejarse del legado destructivo de la actual titular del Departamento de Educación federal, Betsy DeVos. Se trata de un todo, de un nuevo paradigma para la educación pública y el mundo post-pandmémico”, expresó.

Dijo que se requiere de un Secretario de Educación que se enfrente a la amenaza del COVID-19, que haga nuevos compromisos para que los estudiantes afroamericanos, latinos y las familias sean gobernados con el espíritu del bien común y promover el derecho a la recuperación al través de una inversión significativa en las comunidades escolares”.

Myart-Cruz , asimismo, denunció que los empleadores utilizan la pandemia para erosionar los derechos de negociación coletiva y que muchos sindicatos están trabajando sin carta de acompañamiento y son obligados a volver al trabajo físico en enero.

Y en cuanto al sindicato de maestros angelinos (UTLA, siglas en inglés), dijo que continúan negociando la extensión del Acuerdo de Educación a distancia que concluye el 31 de este mes, bajo el principio de la defensa de la educación y la justicia.

El enfoque es que ese pacto se extienda al segundo semestre del 2021 con el objetivo de asegurar la estabilidad.

La dirigente, además, hizo notar están de acuerdo con el distrito escolar en su decisión de cerrar los servicios escolares y de guardería al menos hasta el 11 de enero. Esto, dijo, fue un duro golpe para estudiantes – aprendices de inglés, de lento aprendizaje, entre otros- y educadores que participaban en esas clases personalizadas.

“Este fue un duro golpe para los estudiantes y educadores que participaban en los servicios en persona, pero estamos de acuerdo con esta decisión. Es un paso prudente por la aceleración de la pandemia”, expresó.

Se refirió, igualmente, a encuestas del distrito escolar indican que la mayoría, de manera abrumadora, apoya el trabajo que el distrito  hace en estos tiempos difíciles. El 80% de las familias de los alumnos dieron al distrito buenas o excelentes calificaciones en comunicación. El  72% otorgan  buenas o excelentes calificaciones por su respuesta al COvid-19-

El  75% de los padres dieron a los educadores de crisis de aprendizaje una calificación buena o excelente.

PREFERENCIA MAYORITARIA POR MANTENER A LOS HIJOS EN EDUCACION ABIERTA

Myart-Curz indicó  la educación a distancia está lejos de ser óptima, especialmente para los estudiantes de menor edad y los más necesitados No obstante, el 66% de las familias encuestadas dicen que el aprendizaje en línea es completo. El  34% prefieren un modelo híbrido con aprendizaje en persona y también remoto.

Indicó que esto se alinea con las encuestas nacionales en las que las comunidades de color de bajos ingresos, y las que se ven impactadas desproporcionadamente por el efecto económico y de salud de la pandemia, son más propensas a pensar que es inseguro abrir escuelas y planean mantener a sus hijos en casa.

Destacó que el apoyo a la reapertura de las escuelas es una historia diferente a la que se escucha de los grupos  como Speak up y otros que apoyan  la privatización, que afirman que  la mayoría de los padres quieren un retorno físico a las escuelas y a menudo encubren sus llamadas en el lenguaje de la equidad y la justicia racial.

“ Pero está claro que es insegura la reapertura de las escuelas y se está  escuchando a la gente equivocada No están escuchando a las familias negras y latinas  que servimos y que abrumadoramente quieren quedarse con el aprendizaje a distancia”, planteó.

Dijo que los grupos privatizadores no son los únicos que presionan para la reapertura insegura de las escuelas. “La presión política está aumentando. Hay un nuevo proyecto de ley de la asamblea AB 10 que obligaría a los estudiantes de las escuelas públicas a volver físicamente a la escuela por etapas a principios de la primavera, que requiere la aprobación de dos tercios de la Legislatura. Los autores del proyecto de ley probablemente están utilizando esto como una herramienta política para inyectar un sentido de urgencia al debate sobre la reapertura de las escuelas, pero ese sentido de urgencia está profundamente fuera de lugar”, precisó.

Agregó que la urgencia debe ser acerca de poner el virus bajo control a través de una acción audaz a nivel estatal y federal local para que la instrucción sea segura en persona.

“ Una posibilidad es que la urgencia debe ser sobre priorizar la educación de nuestros estudiantes sobre la reapertura de bares y restaurantes , que la urgencia debe ser sobre dar a las escuelas la financiación que necesitamos, los protocolos de seguridad, los recursos enriquecidos y el apoyo que nuestros estudiantes merecen después de sufrir esta pandemia”, expuso y precisó:

“Nuestros estudiantes, personal y familias en la vanguardia de todo lo que hacemos, nunca vamos a renunciar a eso”.