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Seis jóvenes músicos recrean en hitos la historia de una obra de García Márquez

August 8, 2022 - por

Seis jóvenes músicos recrean en hitos la historia de una obra de García Márquez

El escritor colombiano y su esposa Mercedes Barcha en una fiesta. Foto Fabrizio León / Archivo.

Ciudad de México. 

Este año surgió una producción musical en la que la obra del premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez se unió finalmente a uno de los tipos de música que el escritor siempre tuvo presente.

El disco Homenaje a Cien años de soledad en seis vallenatos surgió con la intención de que “pudieras hacerte una idea –imposible, narrarla completa en seis canciones–, pero que se entendiera desde el origen de la fundación de Macondo, hasta el final de la novela, pasando por la masacre de las bananeras o la peste del olvido”, explicó el periodista y fotógrafo Camilo Rozo, uno de los encargados del proyecto.

Para entonces, Rozo ya había hecho dos obras con las que comenzó a profundizar acerca de García Márquez por un lado, y sobre la historia del vallenato en Colombia, por el otro. “Un proyecto se llamó Un vallenato nueve senderos, que es un libro de café sobre las nueve temáticas del vallenato tradicional, lo que cantaban los juglares, las temáticas a las que se les componía en el pasado hasta la era de Diómedes Díaz”, contó.

El segundo material apareció años después. Se trataba de un recorrido fotográfico por los lugares plasmados en la obra del escritor. Esta empresa lo llevó a conocer a especialistas en la literatura de García Márquez, así como a estudiar y retratar esos espacios: el colegio en que estudiaría Fermina Daza, protagonista de El amor en los tiempos del cólera; el mercado que inspiró la escritura de Crónica de una muerte anunciada, y otros muchos sitios como la propia ciudad de Cartagena de Indias.

Debido a ese bagaje, una cervecera colombiana pidió a Rozo hacerse cargo del proyecto musical que integraría a seis músicos jóvenes con la obra más importante de García Márquez.

“Me encargué sencillamente de buscar –o de simplificar y optimizar los pasos– que iban a hacer que la novela fuera resumida y se le pudiera dar a los compositores para que entraran en el proceso de ejecución de estas canciones”, comentó el periodista.

Con ayuda del escritor Alonso Sánchez Baute, especialista en la obra del Nobel colombiano, lograron condensar 400 páginas en tan sólo 12 y dividirlas en seis capítulos a los que terminaron llamando hitos, con los que mantuvieron la estructura de la novela. A partir de ese trabajo, los gabólogos enviaron sus propuestas a los músicos, quienes tuvieron que comprimir todavía más los motivos.

“A lo largo del proceso recibimos las composiciones; inicialmente la letra. Las analizamos, las estudiamos. Vigilamos que fueran acorde con lo que habíamos pasado y que respetaran la intención de los artistas, pero que narrativamente contuvieran lo que queríamos que fuera un buen resumen de cada hito”, detalló el periodista colombiano.

“Creo que el proceso fue el óptimo, es decir, que un gabólogo como Alonso pudiera convertir la novela en seis hitos y que seis compositores los pudieran traducir en música, a pesar de la prosa, la letra y la métrica, teniendo en cuenta los cuatro ejes del vallenato”, destacó Rozo. “Cada canción narra muy bien cada hito y son respetuosas con todo aquello de lo que se trata musicalmente el vallenato; además, son respetuosas con lo que se trata en la obra”.

Juglares caribeños

El propio García Márquez consideraba que Cien años de soledad era una suerte de vallenato escrito en 400 páginas. Esto para Rozo se debe a que tanto la novela como los principios del género musical se inspiraron fuertemente en la tradición de la región Caribe colombiana. “De lo que se trata es del vallenato y la obra de García Márquez; esconde narraciones con la ciudad. Su abuela le contaba el tipo de historias que los juglares del pasado de ese género relataban en los pueblos. Eran personajes que iban con un acordeón, montados en un burro, improvisando, contando las noticias de las regiones a través de los pueblos”, explicó.

“Ahí también se empezó a involucrar la fantasía, elementos narrativos con los que creció primero la familia de García Márquez y luego él, a través de la voz de su abuela particularmente, que es a quien él menciona mucho y responsabiliza un poco de su gusto narrativo”, dijo el fotógrafo.

“Esa región en general está llena de magia vallenata, en términos no de ese género, sino de lo que trata la música: la manera en que saltaban los personajes de las regiones, las realidades y los paisajes de cada una, la figura de la mujer”.

En Homenaje a Cien años de soledad en seis vallenatos participan Karen Lizarazo, Esteban Nieto, Elder Dayán Díaz, Margarita Doria, Chabuco y Bandera Canta, quienes “se han preocupado y ocupado de llevar nuestro sonido auténtico y esa música raizal a nuestro día a día”, señaló el Nieto, responsable del tema El olvido (La peste del insomnio).

A pesar de los nuevos ritmos, considera que el vallenato y otros se encuentran todavía en la genética del pueblo colombiano.

“Hay mucha gente que se ha conectado con nosotros y es lo que queremos hacer los jóvenes: traer estas canciones para que la gente también se conecte con Cien años de soledad, con nuestros ritmos y con estas letras”, destacó.

La producción Homenaje a Cien años de soledad en seis vallenatos se puede escuchar en plataformas digitales.