Paradise.

Más de tres mil 200 bomberos luchaban este sábado en California para detener los tres peores incendios forestales de la historia local que asolan el norte y el sur del estado, aunque con pocas expectativas de contener las llamas avivadas por los fuertes vientos y que ya cobraron la vida de al menos 25 personas y obligaron a cientos de miles a abandonar sus hogares.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó desde París con congelar los fondos federales al estado de California, al acusar a las autoridades estatales de negligencia para contener la racha de incendios forestales.

Unos 250 mil vecinos recibieron la orden de evacuación de una amplia área cercana a la capital del estado, Sacramento y de Malibú, ciudad turística de Hollywood en el sur de California. Las muertes se produjeron en la ciudad de Paradise, condado de Butte, donde se incendiaron más de 6 mil 700 casas, en su mayoría residencias.

El sheriff de Butte, Korey Honea, indicó que decenas de personas fueron reportadas como desaparecidas en este incendio, llamado Camp Fire, el más destructivo del que se tenga registro y que comenzó el jueves por la mañana.

Hasta este sábado, las llamas habían arrasado unas 40 mil 500 hectáreas y el incendio había sido contenido 20 por ciento, informó el Departamento de Bomberos de California, que estimó que se necesitarán tres semanas para controlar totalmente el avance del fuego.

El humo sobre la localidad de Paradise apenas dejaba pasar el sol y podía verse a decenas de kilómetros. Tras el paso de las llamas, varios autos fueron reducidos a esqueletos metálicos, en conjunción con el tendido eléctrico que también alimentó el fuego.

Aunque aún no se establece una causa oficial para explicar el origen del Camp Fire, según el diario local Sacramento Bee, responsables del suministro eléctrico local dijeron a autoridades estatales que cerca del lugar donde se originó el fuego se produjo un corte de luz.

Otro incendio llamado Woosley se registra más al sur, en el condado de Ventura, cerca de Thousand Oaks, donde un ex marine abrió fuego en un bar el miércoles dejando 12 muertos antes de suicidarse. “La magnitud de la destrucción que hemos visto es increíble y desgarradora. Sabemos que hay heridos y que se han perdido vidas humanas”, señaló Mark Ghilarducci, director de la oficina de emergencia del gobierno estatal.

En el sur de California, el Departamento de Bomberos del condado de Ventura indicó que Woosley aún no ha sido contenido y arrasó ya casi 28 mil hectáreas y destruyó al menos 150 casas. Unos 88 mil hogares en Ventura y el vecino condado de Los Ángeles, recibieron órdenes de desalojo.

“Es vital que los residentes presten atención a las órdenes de evacuación”, advirtió vía Twitter el Departamento de Bomberos.

Woosley se propagó con velocidad creando una amenaza a lo largo de la costa, provocando órdenes de evacuación, incluida la totalidad de la exclusiva Malibú, donde viven muchas celebridades de Hollywood.

Pese a los cuantiosos daños, el presidente Trump no mostró empatía por la situación de caos que atraviesa el estado, al que acusó de una mala gestión forestal que ha propiciado los incendios. “No hay motivo para estos incendios masivos y mortales en California, excepto que la gestión forestal es muy mala”, tuiteó el magnate.

“Cada año se otorgan miles de millones de dólares, y tantas vidas perdidas, todo por el pésimo manejo forestal”, sentenció Trump.