Tras ingresar, se despliega un formulario que permitirá “saber si usted es un potencial candidato para participar en uno de los protocolos de investigación para vacunas contra SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19“.

Los interesados deberán tener más de 18 años, no haber sido diagnosticados con COVID-19 y llenar un formulario para determinar si son aptos para la prueba.

En la publicación del Instituto “Salvador Zubirán” se despliega un protocolo para que los interesados lo llenen con sus datos personales, así como de peso, estatura y reacción a algún tipo de vacuna.

La vacuna. Foto: Cuartoscuro.

A la par, se pregunta si se ha tenido COVID-19, o alguna enfermedad como diabetes, hipertensión, enfermedad del corazón, padecimientos autoinmunes o psiquiátricos.

También se cuestiona sobre si se ha recibido transmisión de sangre en los últimos cuatro meses, o si se ha puesto algún tipo de vacuna en los 28 días más recientes.

EL PROTOCOLO DE ESTUDIO

El pasado 11 de noviembre, el investigador Guillermo Miguel Ruiz-Palacios, del Instituto Nacional de Ciencias Médica y Nutrición “Salvador Zubirán”, detalló el protocolo de estudio para dicha vacuna.

“Íbamos a empezar con unos cinco voluntarios inicialmente y después nos vamos a ir rápidamente para llegar a incluir de 100 a 150 voluntarios al día. El proceso es complejo, es muy laborioso y no es factible tampoco incluir más de 100, 150 pacientes o voluntarios al día”, explicó el especialista.

Respecto a los criterios de selección, se informó que serán publicados en internet y a través de carteles que serán colocados en distintos centros de salud.

“Para aquellas personas que lleven la voluntad de participar en estos protocolos, se les pasa una primera información, que se le llama de preinclusión o pre-screening, en donde ellos tienen que llenar y si tienen las características que se requieren para que puedan ingresar en el estudio se les da una cita y así es como se va a empezar, esto lo vamos a hacer de una manera muy rápida”, precisó.

“Este tipo de estudios es una gran responsabilidad porque implica no nada más datos para la Ciudad de México y para el Instituto, sino que implican datos que van a tener trascendencia a nivel mundial, en cuanto a la utilidad de la vacuna, entonces, aquellas personas que se seleccionan para el estudio, realmente adquieren un compromiso muy importante, tanto individual como comunitario, y en el avance que tiene la ciencia para el desarrollo de las vacunas”, agregó el director del instituto, David Kershenobich.

México aportará hasta 16 mil voluntarios para el estudio de la Fase 3 de CanSino. Foto: Liberto Ureña, Cuartoscuro.

LA VACUNA

La vacuna de CanSino lleva por nombre AD5-nCoV y fue creada por el Instituto de Biotecnología de Beijing y la farmacéutica CanSino Biologics.

Dicha vacuna incorpora la proteína en espiga del SARS-CoV-2 al adenovirus Ad5, que funciona como vehículo.

La UNAM detalló en una publicación que la vacuna contiene centenas de millones de partículas vitales no replantes en san solo medio mililitro que se inyectan vía intramuscular en el hombro.

La vacuna sería a una sola dosis. Y en esta tercera fase se aplicaría a 40 mil voluntarios; México aportaría entre 15 mil y 16 mil participantes.

De acuerdo con un estudio preliminar publicado en mayo pasado en la revista especializada The Lancet, la vacuna de CanSino fue segura y generó una respuesta inmune al virus.

El estudio señala que la vacuna estimuló la producción de los anticuerpos que pueden contener la infección del virus, junto con las celular T.

Los resultados corresponden a la fase uno y dos de la vacuna, misma que fue aplicada a 108 ciudadanos de Wuhan, China, con edades de entre los 18 y 60 años.

Aparentemente, a respuesta inmune celular se alcanza a los 14 días de recibir la vacuna y los anticuerpos alcanzan una concentración máxima 28 días después de la aplicación de la dosis.