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Transición presidencial avanza pese a que Trump se niega a reconocer la derrota

November 10, 2020 - por

Transición presidencial avanza pese a que Trump se niega a reconocer la derrota

El presidente electo de EU, Joe Biden durante un evento en la ciudad de Wilmington, Delaware. Foto Afp

Nueva York.

La transición presidencial procede, el presidente electo Joe Biden ha nombrando equipos encargados de ese intercambio de poder ejecutivo y casi todos los principales aliados de Estados Unidos han felicitado al demócrata a pesar de la negativa de Donald Trump de reconocer su derrota y su campaña continúa con maniobras legales sobre un supuesto fraude que carece hasta ahora de evidencia.

Hoy Biden afirmó que “es una vergüenza, francamente” que Trump rehúse ceder, algo que “no ayudará al legado del presidente”. Indicó que el hecho de que aún rehúsan reconocer el triunfo demócrata “no tiene mucha consecuencia en nuestra planeación y lo que tenemos que hacer entre ahora y el 20 de enero”, fecha en que inicia el próximo periodo presidencial.

De hecho, Biden presentó este martes los nombres de aproximadamente 500 expertos científicos, diplomáticos, económicos, de inteligencia y otras políticas públicas que, en su gran mayoría de manera voluntaria, integran los equipos encargados de preparar la transición para el próximo gabinete. A pesar de que el gobierno de Trump ha rehusado liberar fondos para este proceso y ha ordenando la no cooperación, estos grupos de trabajo avanzan con su trabajo.

Entre los nombrados hay un amplio grupo de veteranos del gobierno de Barack Obama, junto con expertos prominentes de varias instituciones y centros de análisis, como políticos regionales. Entre el grupo encargado de asuntos de transición para el Departamento de Estado se encuentra la ex embajadora en México, Roberta Jacobson y otros más con experiencia en América Latina [https://buildbackbetter.com/es/la-transicion/.]

Los cuatro temas prioritarios de Biden y su vicepresidenta electa Kamala Harris, son el control de la pandemia, la recuperación económica, la justicia racial y abordar el cambio climático.

Biden sigue recibiendo felicitaciones de países aliados, e incluso ha hablado telefónicamente con algunos de los más cercanos personalmente, entre ellos Boris Johnson de Gran Bretaña, Justin Trudeau de Canadá, como también con los jefes de Estado de Irlanda, Francia, Alemania, Japón, India, Italia y Corea del Sur entre otros. Biden comentó hoy que les comunicó que “Estados Unidos está de regreso” en el escenario internacional, y que dejará atrás la doctrina aislacionista de “America primero” de Trump.

En un editorial el Washington Post resaltó cómo los “viejos aliados” de Estados Unidos rápidamente felicitaron a Biden por su triunfo, pero que “autócratas y populistas” se tardaron o aún no lo han hecho, y “eso ofrece un mapa útil sobre el estado de las alianzas de Estados Unidos -y de la democracia- alrededor del mundo”.

Por su lado, los representantes de Trump con algunos integrantes de su gabinete, insisten en que se están preparando para otros cuatro años en el poder mientras continúan argumentando que su jefe hubiera ganado si no fuera por “votos ilegales”.

La campaña de Trump ha interpuesto más de una docena de demandas en por lo menos cinco estados con alegatos de todo tipo de irregularidades pero expertos y periodistas no han logrado detectar evidencia de algún fraude masivo que pudiera poner en duda los resultados -y hasta la fecha, casi todos los tribunales- con la excepción de uno en donde el fallo no tuvo ningún impacto en el resultado- han declarado lo mismo, o han rechazado los argumentos legales.

No sólo faltan pruebas, sino que varias de las que se han presentado han resultado falsas. Hoy un trabajador postal en Pensilvania cuyas denuncias de irregularidades habían sido citadas por líderes republicanos nacionales como evidencia de lo que están alegando, confesó hoy que las fabricó. Incontables denuncias falsas circulan por redes sociales, algo que inició hace meses, las cuales son citadas por el presidente y sus aliados.

A pesar de la carencia de evidencia de algún fraude masivo, gran parte del liderazgo republicano está apoyando, por ahora, el derecho del presidente de cuestionar los resultados y emplear las medidas legales que tiene a la mano.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, pronosticó que “habrá una transición armoniosa a una segunda administración de Trump”.

Sin embargo, autoridades estatales encargadas del proceso electoral han declarado que no existe evidencia de ningún fraude extenso, el New York Times entrevistó a las autoridades electorales en casi todos los 50 estados y concluyeron que no hubo irregularidades serias repudiando así el argumento de Trump.

Desde hace meses Trump había dicho que no aceptaría los resultados si él no era el ganador y ha buscado de manera sistemática durante ese tiempo de buscar deslegitimar el proceso electoral. No menciona que los medios se comportaron exactamente de la misma manera, y siguieron las mismas normas, que en elecciones anteriores a lo largo de por lo menos tres décadas en algo que ha sido aceptado por ambos partidos y el público en general, y que sus proyecciones que le dieron el triunfo a Biden fueron elaboradas y anunciadas de la misma forma cuando declararon el triunfo de Trump en 2016 (él no se quejó y aceptó las felicitaciones de todos mucho antes del conteo oficial final).

Nadie cree, fuera de su círculo, que está defendiendo la integridad del sistema, como Trump afirma, sino todo lo contrario.

Por eso, entre otras cosas, algunos vieron con preocupación lo que implicaba la decisión de Trump de “decapitar” al liderazgo civil del Departamento de Defensa e instalar a personas personalmente leales a él en las últimas 24 horas Después de despedir a su secretario de Defensa Mike Esper el lunes, hoy despidió al más alto funcionario encargado de política, al de inteligencia y al jefe de equipo del secretario -algunos señalaron que si eso hubiese ocurrido en un país latinoamericano o africano se supondrían algunas cosas. Otros consideran que no es más que un intento de Trump para provocar alarma.