Trasfondo religioso de Kamala Harris
August 8, 2024 - por Carlos Martínez García/La Jornada,
Kamala es hija de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de California-Berkeley. Shyamala Gopalan, su madre, de India, obtuvo el doctorado en biomedicina. Donald J. Harris, su padre, de Jamaica, es doctor en economía y profesor de la materia en varias universidades para, finalmente, asentarse en la Universidad de Stanford, en la cual alcanzó el nombramiento de director del Departamento de Economía.
Fue el primer académico negro en lograr tal posición en el prestigiado plantel universitario. Shyamala y Donald se conocieron en el activismo que propugnaba los derechos civiles, contrajeron matrimonio en 1963 y al año siguiente nació Kamala. La pareja se divorció en 1972, desde entonces la influencia de su madre creció más en la formación de la candidata presidencial demócrata. Shymala murió de cáncer de colon en 2009 (https://acortar.link/EbF6Hl y https://acortar.link/oDIx8P).
El 8 de septiembre de 2022 Kamala Harris participó en la Convención Nacional Bautista (CNB), que se reúne anualmente y en la que predominan los afroestadunidenses, a diferencia de la Convención Bautista del Sur, mayormente blanca y conservadora. Harris recordó a sus oyentes que en la niñez y adolescencia fue integrante de la Iglesia de Dios, de corte pentecostal, localizada en la avenida 23, en Oakland California.
Rememoró: “Allí aprendí –como muchos de nosotros– las muchas enseñanzas de la Biblia sobre la tensión siempre presente entre la oscuridad y la luz. Y aprendí, en esos momentos, lo importante que es reconocer el poder de la fe. La fe nos enseña que siempre hay un futuro mejor por delante y que debemos seguir avanzando para hacer realidad ese futuro. Y para avanzar, en pocas palabras, también aprendí, y todos lo sabemos: la fe requiere acción”.
Como adulta joven Kamala se integró a la Tercera Iglesia Bautista de San Francisco, California, en la que es pastor desde 1976 Amos Brown. Él tuvo de maestro en Morehouse College a Martin Luther King, participó en el movimiento pro derechos civiles. Con él conversó por teléfono Kamala Harris para confiarle que iba a postularse para la presidencia de Estados Unidos. En el diálogo con ella Brown citó su versículo bíblico favorito, Miqueas 6:8, para recordarle que “haga justicia, ame la misericordia y camine humildemente ante su Creador. Eso es lo que necesitamos en esta nación. Hay demasiada arrogancia y egocentrismo después de todo este trumpismo” (https://acortar.link/3rbG02).
Kamala recordó a los delegados de la CNB, entre ellos el pastor Amos Brown, que los fundadores de la organización y sucesores se opusieron decididamente a las leyes e ideas racistas. En la década de 1960 los líderes eclesiales afroestadunidenses también estuvieron al frente de la lucha por los derechos civiles, al hacerlo, consideró Harris, estaban poniendo en práctica las enseñanzas de Jesús.
Aquella generación, enfatizó Kamala, trabajó junto con personas de otras creencias religiosas y distintos trasfondos étnicos, que coincidían en la lid contra el sistema racista, porque comprendió la importancia de las acciones colectivas que trascienden a un grupo en particular. Es decir, fueron capaces de involucrar en su batalla a actores sociales que vislumbraban un futuro esperanzador y diferente.
En la tradición de los predicadores afroestadunidenses Kamala Harris incorpora el poder interpelante del discurso, en el que, por así decir, dialoga con sus oyentes y éstos expresan su sentir con el clásico amén (así sea, verdaderamente), y/o usan distintas expresiones verbales/corporales para mostrar su estado de ánimo al expositor.
En un tema que ha polarizado a la sociedad estadunidense, Harris clarificó su postura al respecto. Quienes vayan a sufragar en las elecciones de noviembre tendrán que sopesar estas palabras: “Mientras los extremistas se esfuerzan por quitar a las mujeres la libertad de tomar decisiones sobre sus propios cuerpos, los líderes religiosos están tomando una postura, sabiendo que no es necesario abandonar la propia fe o las creencias religiosas más arraigadas para aceptar que una mujer debe tener la capacidad de tomar decisiones sobre su propio cuerpo y que su gobierno no le diga qué hacer. Y ella elegirá, en consulta con su pastor o su sacerdote, o un médico y sus seres queridos. Pero el gobierno no debería tomar esa decisión”.
Concluyó esta parte del discurso con una cita bíblica, “en este momento, prestemos atención a las palabras de la primera epístola a los corintios 16:13-14: ‘Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes. Hagan todo con amor’”.
En la disputa con Donald Trump, quien va a intensificar el uso de la Biblia en favor de sus intereses políticos, Kamala Harris tiene tras de sí un legado hermenéutico y de lucha para enfrentar al supremacista añorante de épocas oscuras.