Nueva York. 

Ante lo que llamó una “invasión” por caravanas llenas de “hombres duros”, el presidente Donald Trump anunció que buscará limitar el proceso de asilo, amenazó con detener a miles de inmigrantes y sus familias que se atrevan cruzar en “ciudades de carpas” y advirtió que cualquiera que se atreva a lanzar piedras contra soldados desplegados en la frontera será enfrentado de la misma manera como si atacara con balas.

En lo que ya parece una parodia al repetir exageraciones y falsedades, Trump advirtió que “grandes caravanas organizadas de migrantes están marchando hacia nuestra frontera sureña” en lo que es “como una invasión” que pone en peligro a Estados Unidos repitiendo -sin ninguna prueba- que hay muchos malhechores entre sus integrantes.

Al afirmar que la mayoría de solicitantes a los que se deja en libertad mientras esperan sus citas con jueces jamás regresan a los tribunales (76 por ciento sí lo hace según cifras oficiales, y de familias solicitando asilo, 96 por ciento se presentaron, según una investigación reciente) y este jueves inventando que hay más de 20 millones de indocumentados (su propio gobierno dice que son aproximadamente 11 millones) Trump insistió que como presidente tiene que tomar acción.

Más aún, como lo ha hecho a lo largo de los últimos 3 años, otra vez buscó ligar la migración indocumentada con las drogas, insistiendo que éstas están envenenando a los jóvenes estadunidenses por todo el país.

Anunció que buscará negar el asilo a miles de solicitantes. “Mi gobierno está finalizando un plan para poner fin al desenfrenado abuso de nuestro sistema de asilo… y para frenar el influjo peligroso y establecer control sobre las fronteras soberanas de Estados Unidos”, afirmó sin ofrecer detalles.

Explicó, a veces sin mucha claridad, que bajo su plan que será emitido con una orden ejecutiva la semana próxima, los solicitantes ya no serán autorizados ingresar al país sólo con presentar lo que llamó “solicitudes de asilo sin mérito”, y subrayó que los que no ingresen por un punto de entrada oficial de manera legal e ingresan ilegalmente “ya no podrán usar sus solicitudes sin mérito para ingresar a nuestro país”.

Bajo las leyes migratorias cualquier inmigrante dentro de este país, sin importar si llega con o sin documentos y si entra o no en un punto oficial de ingreso puede solicitar asilo.

Expertos reiteraron que no se puede cambiar la ley por orden ejecutiva, y que las propuestas violan el derecho internacional. Trump rechazó este jueves el primer argumento al esgrimir que los migrantes en la caravana no son solicitantes de asilo “legítimos” y dejó en claro que le importaba poco la ley internacional sobre el tema. “Estas caravanas ilegales no serán permitidas entrar a Estado Unidos. Deben de regresarse ahora. Están perdiendo su tiempo”.

Más aún, Trump subrayó que México les ha ofrecido asilo y asistencia, y los que no lo han aceptado son sospechosos de que no necesitan tal protección.

Afirmó que las instalaciones actuales para detener a familias están saturadas, y que por lo tanto, el Pentágono estará construyendo “ciudades masivas de carpas” donde los solicitantes tendrán que esperar hasta años ya que no serán liberados como antes. Hace meses se había informado de que el Pentágono también está ubicando otros centros de detención familias, incluso en algunas bases.

Todo esto mientras que Trump ordenó el despliegue de 5 mil 200 tropas más a la frontera (para sumarse a las más de 2 mil que ya se encuentran en la franja fronteriza desde abril) y donde el miércoles anunció que estaría dispuesto a enviar hasta un total de 15 mil, en lo que algunos con memoria calificaron como el mayor envío de tropas a la frontera desde la Revolución Mexicana.

Como prueba de que tan peligrosas son las caravanas, el presidente afirmó que habían “violentamente sobrepasado” por México y que soldados mexicanos fueron heridos al buscar frenar su paso. Al ser preguntado si las fuerzas militares estadunidenses podrían usar “fuerza letal”, Trump comentó que “si aquellos (los caravanistas) quieren aventar piedras a nuestros militares, nuestros militares responden… lo vamos a considerar -les dije que lo consideren como un rifle”.

Según el Pentágono, los militares estarán desplegados sólo para apoyar a la Patrulla Fronteriza y otras agencias civiles, y no estará en operaciones para detener o intervenir con inmigrantes.

Mientras tanto, legisladores republicanos han solicitado al Departamento de Justicia tratar de identificar “los actores responsables de esta invasión”.

Organizaciones de defensa de inmigrantes, expertos en leyes de inmigración y más continuaron, como han tenido que hacer cada día, reprobando los motivos y el contenido de las declaraciones de Trump. “El anuncio de hoy es un truco político peligroso que buscas anular un derecho vital de individuos huyendo la violencia y la persecución en sus países”, declaró Beth Werlin, directora ejecutiva del American Immigration Council. Subrayó que bajo la ley cualquier persona, sin importar cómo ingresó, puede solicitar el asilo.

Omar Jadwat, director del proyecto de derechos inmigrantes de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), declaró que “lo que queda claro el momento y carácter vago de las declaraciones (de Trump) de hoy es que sencillamente está intentando inflamar a su base en la recta final a las elecciones intermedias”.