Un congresista estadounidense compara a Trump con el tirador que mató el sábado a 20 personas en Texas, pues, ambos hablan de una “invasión” migratoria en EE.UU.

“En mayo, Trump dijo que los inmigrantes nos están ‘invadiendo’. El tirador de El Paso dijo que quería detener la ‘invasión’”, ha indicado este domingo Jim McGovern comparando así las declaraciones racistas del presidente estadounidense, Donald Trump, con las del autor del tiroteo de Texas, siendo este un supremacista blanco y crítico a ultranza de la “invasión hispana”.

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Mientras tanto, el legislador demócrata ha hecho alusión a otras afirmaciones de Trump que encaminan a este tipo de crímenes de odio o de violencia armada en Estados Unidos.

“Trump le preguntó a una multitud de sus seguidores: ‘¿Cómo evitan que estas personas’ crucen la frontera? ‘¡Dispararles!’, alguien gritó. Él se rio. Entonces la multitud también se echó a reír”, ha agregado para corroborar sus comentarios hechos en su cuenta de Twitter.

En mayo, Trump dijo que los inmigrantes nos están ‘invadiendo’. El tirador de El Paso dijo que quería detener la ‘invasión’”, ha indicado el congresista estadounidense Jim McGovern comparando así a las declaraciones racistas del presidente estadounidense, Donald Trump, con las del atacante del tiroteo de Texas considerado un supremacista blanco y crítico a ultranza de la “invasión hispana”.

El tiroteo acaecido el sábado en un centro comercial de El Paso, en el estado de Texas, que ha dejado unos 20 muertos y 26 heridos, ha vuelto a hacer sonar las alarmas sobre el aumento de los crímenes de odio en Estados Unidos.

Bajo el mandato de Trump, con medidas que apuntan en contra de los migrantes y a favor de la supremacía blanca, los grupos de odio se han incrementado de manera significativa en el país norteamericano, no obstante, el magnate republicano ha mantenido cierta pasividad ante los asaltos y crímenes de esos grupos de corte racista y xenófobo contra las minorías, especialmente los latinos y negros.

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La postura de Trump es similar a la que adoptó en agosto de 2017 ante la violencia desatada tras una marcha de grupos racistas y neonazis en la ciudad estadounidense de Charlottesville (Virginia), que dejó un muerto y 34 heridos. El magnate neoyorquino, en defensa de los supremacistas blancos, aseveró que las dos partes involucradas en los choques en Chalosttesville habían sido responsables de la violencia.