Trump y su papel como síntoma de la realidad de EU
February 5, 2025 - por Alfredo Landeros*.

Washington, D.C.
Donald Trump no es solo un líder político; es un síntoma de las profundas dinámicas sociales, económicas y culturales que están definiendo a los Estados Unidos en la actualidad.
Veo a Trump como un síntoma, no como la causa. Es un síntoma de un problema mucho mayor: la falta de moral, la avaricia y el afán imperialista de conquista y dominación.
Para muchos, su rechazo a las normas establecidas y su discurso populista representan una lucha contra el sistema, aunque en realidad refuerza las estructuras de poder existente.
El auge del presidente Estadounidense se debe en gran parte a la política de la identidad y el tribalismo que han polarizado a la sociedad de este país. Los votantes ya no eligen a sus líderes solo por sus propuestas, sino por cómo se identifican con ellos. Trump encarna una versión de un nuevo país que rechaza el multiculturalismo, la corrección política y el cambio progresista, y para muchos, esto es más importante que cualquier política concreta.
Una de las razones por las que Trump sigue siendo popular es la pérdida de credibilidad de los medios, la corrupción en la política y la percepción de que Washington está dominado por intereses corporativos. Esto ha llevado a muchos estadounidenses a buscar líderes que desafíen el sistema. Trump ha explotado esta desconfianza al atacar constantemente a los medios de comunicación y promover la idea de que solo él dice la verdad.
Su lema “Make America Great Again” es una herramienta psicológica poderosa. Apela a la nostalgia de un pasado idealizado en el que, según sus seguidores, Estados Unidos era más fuerte, próspero y dominante. Aunque este pasado es en gran parte un mito, la promesa de restaurarlo ha sido suficiente para mantener su base electoral unida y comprometida.
Trump no es una aberración en la historia de este país; es un reflejo de su presente. Su ascenso es un síntoma de un nación profundamente dividido, donde la política ha dejado de ser un debate racional y se ha convertido en una batalla emocional y tribal.
El haber llegado a la casa blanca demuestra que muchos estadounidenses no solo aceptan su estilo y sus políticas, sino que ven en él una representación de lo que creen que este país debería ser.
En esencia, Trump no solo lidera a su base, sino que la encarna. Es una imagen de los miedos, ambiciones y frustraciones de una nación en transformación o ¿decadencia ?
*Alfredo Landeros es un migrante mexicano radicado en la capital de EU.