Monterrey, N.L.

En un chat, se quejan amargamente de la reforma energética de AMLO, y no faltó quien subió un meme donde señala que los políticos de MORENA provienen del PRIAN, y que son “la escoria de dichos partidos”. (sic).
Me sonreí. Les indico que esto es sencillo. La clase política mexicana se dividió entre los que apoyaron el PACTO POR MÉXICO, políticos vendepatrias, y los que no lo apoyaron. Los primeros, continuaron en las filas del PRIAN. Los segundos, formaron a MORENA.
Cuando les mostré esto, no faltó quien me acusó de tener una retórica priista de los 80.
De nuevo, error. La palabra “vendepatria” fue utilizada como tal primero por un escritor y político argentino, Arturo Jauretche, en 1957.
Como pueden ver, el que existan políticos sin sentido nacionalista no es un patrimonio o un monopolio mexicano.
Y, segundo, la oposición debería ver por qué colapsó dicho pacto, y por qué MORENA llegó al poder.
A los que no les gustó lo anterior en dicho chat, empezaron a insultarme. Señal de que ya no tenían argumentos. Ya no leí lo que siguieron escribiendo.
Si no te puedes conducir sin insultar, denigrar o descalificar, es que no tienes argumentos.
Es como con Julio Frenk. Acaba de publicar en THE LANCET un artículo donde quiere culpar al actual régimen del desastre provocado por la pandemia en México.
Se le olvida que hay estudios, como los que hace la OCDE, donde se confirma que el sector salud ya era un desastre desde 2010, y los vendepatrias acentuaron ese problema, en lugar de mejorarlo.
O como FECAL, que da a entender que él “terminó con el crimen organizado” (sic), en una conferencia en España, donde continúa de vendepatria, así como nos vendió a Iberdrola.
Que el actual gobierno esté revirtiendo esas políticas, fueron parte de las promesas de campaña.
Pero fuimos “políticamente correctos”, y a las políticas y políticos del pasado, nuestros adversarios, les llamamos “neoliberales”.
Pero en una región con subdesarrollo como América Latina, el término correcto es políticos vendepatrias. Porque prácticamente regalaron nuestros recursos naturales a los extranjeros, sin beneficios para el país; además de complementar ese paquete con políticas laborales que nos dejaban a los nativos en un estado literalmente de semi esclavitud.
Se pregunta uno de mis detractores si tenemos la capacidad para obtener y procesar el litio. Le contesté que se escuchaba igual que los británicos cuando la expropiación petrolera, que apostaban a que los mexicanos no íbamos a poder echar para adelante la producción de ese recurso. Pero lo hicimos, y muy bien.
Así que, nombremos a los políticos que venden nuestra infraestructura, como la petrolera o la que nos permitía hacer vacunas para no depender del extranjero, como lo que son en realidad: VENDEPATRIAS.
Porque “neoliberales” estaría correcto si fueran anglosajones o europeos, y no unos pobres acomplejados aspiracionistas a pertenecer a ese grupo étnico o a esos países desarrollados.
Porque para salir de la mentira, hay que nombrar las cosas por su nombre. Aunque parezca no un priista de los 80, sino un peronista argentino de los 50.