A partir de hoy, los 33 mil maestros de Los Angeles inician una votación, que terminará el próximo día 30 para determinar si estallan una huelga ante la nula respuesta de sus demandas del distrito escolar.

El resultado será dado a conocer el 31 del presente mes, aunque a juzgar por anteriores expresiones masivas de los mentores, es altamente probable que le den luz verde al paro.

El pasado 29 de mayo, durante una concentración en el Grand Park del centro angelino, convocada por el liderazgo del Sindicato de Maestros de Los Angeles (UTLA, siglas en inglés), unos doce mil profesores respaldaron la huelga.

Ese mediodía, el líder de esa organización, Alex Caputo-Pearl, preguntó:

’¿Cuántos quieren ir a la huelga”.

Y todos, con playera roja, respondieron al unísono:

“¡Huelga!”, ‘’¡ Huelga!”, “¡Huelga!’’.

“ Están listos para luchar por las escuelas. Están listos para luchar por respeto”, fue otra arenga del dirigente.

Y la muchedumbre gritó:

“¡Sí!”.

A finales de julio, unos 800 maestros acudieron a la Conferencia de Liderazgo de UTLA, celebrada en un céntrico hotel de Los Angeles. El punto dominante fue la posible huelga que pueden estallar los 33 mil miembros por la  falta de respuesta del distrito escolar  a sus exigencias.

‘’Tenemos que prepararnos para la huelga, porque es lo que cambia las cosas para mejorar’’, resaltó Caputo-Pearl.

Apoyó su aserto en la experiencia de exitosas huelgas recientes de maestros de West Virginia, Arizona, Puerto Rico, Oklahoma y de otros sitios.

Haciendo uso de esa opción, los maestros consiguieron mayores recursos para la educación pública, un decoroso aumento salarial y frenaron la expansión de las chárter, recordó el dirigente.

En Los Angeles – dijo Caputo-Pearl- hay una crisis existencial de la educación. Eso mismo ocurría en aquellos estados, pero la situación cambió debido a los paros magisteriales.

Padres, maestros, estudiantes, dirigentes de organizaciones comunitarias que hablaron en los paneles o en conferencias magistrales sentaron en el banquillo de los acusados a los reformistas de la Junta Educativa del distrito escolar, al superintendente Austin Beutner, a los billonarios que promueven la privatización y las chárter, a Donald Trump y a su titular de educación, Betsy DeVos.

Los sindicatos que realizaron las triunfantes huelgas lo hicieron teniendo todo en contra: gobiernos conservadores, los medios, la falta de mayor información a nivel de comunidad del significado y alcances de sus movimientos. Y, sin embargo, salieron adelante.

“Sabían que con su estrategia iban a ganar”, resaltó Caputo-Pearl.

HUELGA, ULTIMO RECURSO

Hoy, UTLA se encuentra en el umbral de una huelga debido a que el superintendente del distrito escolar, Austin Beautner, se niega a aceptar las fechas de negociación fijadas por el mediador estatal, los días 22, 23, 24, 27, 28, 29, 30 y 31 de agosto.

UTLA reitera que su intención es dialogar, negociar y que el paro será el último recurso.

Sin embargo,el superintendente sigue ignorando “sus obligaciones legales y morales para negociar”, indicó el liderazgo magisterial.

“Nos molesta que el principal empleado público del LAUSD haya tratado de eludir el proceso de mediación estatal, sobre el que se basan las leyes laborales, que protege a los maestros y francamente es la única forma de garantizar que las reglas legales de la negociación serán seguidas por alguien que se jacta de romper las reglas todo el tiempo “, dijo el presidente de UTLA, Alex Caputo-Pearl.

El sindicato de profesores indicó que en las 19 sesiones de negociación durante 17 meses, el distrito escolar “dio muy pocas propuestas o contrapropuestas”. Por eso, agrega, “hay que negociar más de dos docenas de problemas, muchos de los cuales no le costarían más dinero al distrito”.

Ante la falta de acuerdo, el mediador estatal fue designado el 2 de agosto, una vez que las negociaciones entre ambas partes se encontraban en un punto muerto –impasse-, pero el superintendente ha dicho que no podrá asistir a reunión alguna de avenimiento hasta el 27 de septiembre, condición que UTLA considera inaceptable.

UTLA ha presentado varias demandas: la salarial ya que llevan más de un año sin alza alguna y sin contrato colectivo de trabajo y y diversas relacionadas con mejoras educativas.

Son:

• Clases más pequeñas.
• Más enfermeras, consejeros, psicólogos y bibliotecarios ·
• Menos pruebas y más enseñanza ·
• Regulación de escuelas chárter y ubicación conjunta ·
• poyo real para la seguridad escolar ·
• Escuelas comunitarias y apoyo a las familias ·
• Mayor participación de los interesados para ayudar a las conversiones de la escuela magneto.
• Apoyo ampliado a la educación bilingüe ·
• Mejores condiciones de trabajo para maestros de educación temprana y educación de adultos.

Nada se avanza, más bien el superintendente se ha dedicado a difamar a maestros y a desinformar, de acuerdo al vicepresidente de UTLA, Juan Ramírez, quien hace un análisis de la situación. Sus tesis se encuentran contenidas en el siguiente video: