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El escritor Fabrizio Mejía y la periodista Ana lilia Pérez comentan la nueva política del gobierno mexicano para acercar a iglesias a las políticas públicas: las creencias de un grupo, o del propio presidente López Obrador, no deben determinar el desarrollo de la vida pública. Óscar Moha, presidente de Libertad y Dignidad A.C., afirmó que hay alrededor 170 estaciones piratas que son operadas por grupos religiosos, por medio de pactos ilegales con funcionarios públicos que ahora crearon un mercado negro de intercambio de favores.

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