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Joven yazidí encara a su captor y violador del Estado Islámico, quien permanece con la cabeza gacha

December 1, 2019

La joven yazidí Ashwaq Haji Hamid, refugiada en Alemania tras haber sido esclavizada por un miembro del Estado Islámico en 2014 a los 14 años, decidió volver a Irak junto con su padre, vivir ahí en un campo de refugiados y abandonar el país europeo luego de toparse en una calle de Stuttgart nada menos que con su captor, y encima en calidad de refugiado registrado legalmente, quien le dijo que sabía dónde vivía y a qué se dedicaba.

Abu Humam la compró por 100 dólares, la convirtió en su esclava sexual y abusó de ella todos los días durante más de diez meses considerándola su propiedad, pero Ashwaq logró escapar y acceder a un programa de acogida de refugiados alemán. Al encontrarse con su violador, la joven presentó una denuncia. Los agentes lo identificaron por las cámaras de seguridad, pero respondieron que no tenían motivos para su arresto.

Ahora que está arrestado y bajo custodia iraquí, Ashwaq ha podido hacerle frente y decirle cómo arruinó toda su vida. En un emotivo encuentro cara a cara, la joven exigió que le mirara a los ojos, algo que su violador no hizo y siguió con la cabeza agachada. “¿Por qué me hiciste eso? ¿Por qué? ¿Porque soy yazidí?”, recoge la traducción de sus declaraciones Daily Mail.

“¿Tienes una hermana? ¿Tienes sentimientos? ¿Tienes honor? Tenía 14 años. ¡La edad de tu hija! ¡La edad de tu hijo! ¡La edad de tu hermana!”, continuó, culpándolo de haberla privado de todo con lo que soñaba.

“Pero ahora sabes lo que es la tortura, lo que es ser torturado, lo que es la soledad. Si tuvieras sentido común y sentimientos, no me habrías violado cuando tenía 14 años”, afirmó. Su violador la ignoró por completo y cuando, entre lágrimas, le dijo todo lo que quería, Ashwaq cayó al suelo.

“¿Tienes una hermana? ¿Tienes sentimientos? ¿Tienes honor? Tenía 14 años. ¡La edad de tu hija! ¡La edad de tu hijo! ¡La edad de tu hermana!”, continuó, culpándolo de haberla privado de todo con lo que soñaba.

“Pero ahora sabes lo que es la tortura, lo que es ser torturado, lo que es la soledad. Si tuvieras sentido común y sentimientos, no me habrías violado cuando tenía 14 años”, afirmó. Su violador la ignoró por completo y cuando, entre lágrimas, le dijo todo lo que quería, Ashwaq cayó al suelo.