La película mexicana Macario, dirigida por Roberto Gavaldón y protagonizada por Ignacio López Tarso cumple hoy 60 años desde su estreno, recordó la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, AMACC.

El filme grabado en 1959 en el centro de Taxco, Guerrero, fue la adaptación de la novela homónima de B. Traven que retrata la relación de un indígena con la muerte, y resultó ser la primer película mexicana nominada al Óscar en la categoría de Filme extranjero.

A pesar de que el papel principal no era para López Tarso, sino para Pedro Armendáriz, hoy no podríamos concebir la historia sin su significativa interpretación como Macario.

“Cuando nacemos, ya traemos la muerte escondida en el hígado o en el estómago, o acá, en el corazón, que algún día va a pararse”, suena en la grabación que para muchos estuvo adelantada a su época y representa una de las joyas del cine mexicano, que con su historia, fotografía, actores y mística crea uno de los deseos inimaginables para los espectadores como lo es el control de la vida y la muerte.