En la memoria de los mexicanos, está marcado el 19 de septiembre por una extraña y dolorosa coincidencia: los sismos de 1985 y de 2017. Hoy se cumplen 35 y tres años, respectivamente, de esas dos ocasiones en que la fuerza de la naturaleza sacudió la Ciudad de México y otros estados del país, dejando a su paso pérdidas humanas y materiales. Quienes fueron testigos de ambos temblores recuerdan escenas de dolor y muerte, pero también de solidaridad y rescates milagrosos.