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Videos: Cien años del natalicio de Benny Moré, conmemorado en Cuba, México y muchos países

August 25, 2019 - por

Videos: Cien años del natalicio de Benny Moré, conmemorado en Cuba, México y muchos países

La vida de Benny Moré en México fue una muy rica en historias y pasajes interesantes de su progresión musical. Foto tomada por Agnès Varda

Este 24 de agosto, en Cuba, México y muchos países se ha festejado  una de las efemérides más importantes de la música popular del Caribe y América Latina: el nacimiento de Bartolomé Maximiliano Moré, conocido como Benny Moré o el Bárbaro del Ritmo, ícono y pieza importantísima en el desarrollo de la música bailable de todos los tiempos.

La efeméride ha sido motivo para recordarlo, oír su música, comentar anécdotaspero, sobre todo, para algunos de nosotros, reflexionar y hacer precisiones acerca de su vida y obra, ya que siendo el cantante afroantillano más popular de todos los tiempos su historia se ha estandarizado y difundida, sobre todo en la web, aspectos de su vida plagados de lugares comunes, errores y ausencia de datos que destaquen momentoimportantísimos tales como los seis años vividos en México.

Ciertamente hay trabajos serios que van de biografías “libres”, reportajes periodísticos, pasando por hagiografías, opiniones y comentarios laudatorios de intelectuales publicados en libros y revistas, pero en la mayoría de los casos el periodo mexicano se lo saltan o en el mejor de los casos le brindan unas cuantas líneas.

La vida del Benny en México es una muy rica en historias y pasajes interesantes de su progresión musical. Aquí el Benny obtuvo la enseñanza y la proyección musical que no se hubiera dado en su Cuba natal dada las condiciones de mercado y, si se quiere, geopolítica. En términos de aprendizaje tuvo como mentores a personajes importantísimos en la música mexicana: Mario Rivera Conde, Arturo Núñez, Memo Salamanca, Lalo Montané y Dámaso Pérez Prado; que no solo le enseñaron a cantar con orquesta de gran formato, sino que le inculcaron el gusto y la elegancia de esa sonoridad.

En el aspecto humano hizo amigos personalísimos, compadres entrañables y “socios” incondicionales; se matrimonió con una mexicana, tuvo una hija de nombre Virginia (el nombre de su madre) y aprendió a ser mexicano, como él mismo decía.

Regresando a lo que sabemos del Benny ¿Basta con lo que se ha dicho y publicado hasta la fecha? Antes de responder permítanme revisar, de manera sucinta, lo que se ha escrito de él:

Su biografía oficial, Benny Moré, de Amin E. Nasser, con prólogo de Joaquín G. Santana, editada en 1985por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) es realmente una revisión biográfica tan valiosa como incompleta; Bolero, la novela coral de Lisandro Otero, sugiere un perfil más rico e inventivo, pero se sitúa en el ámbito de la ficción literariaOh vida, de Abilio Estévez, está inscrito en una serie de relatos sobre la Habana al igual que la cita de Cabrera Infante en Tres tristes tigres

Se encuentran también los libros Elige tu que canto yo (Letras cubanas, 1993), del musicólogo Leonardo Acosta, quien tocara en algún momento el saxofón en la orquesta de Moré y que en este ensayo brinda un mapa emocional-musical a partir de la proximidad con quien fuera su jefe; Benny Moré(Letras Cubanas, 1993) de Raúl Martínez Rodríguez en el que el autor recoge una serie de opiniones de intelectuales cubanos acerca de la importancia de la obra y personalidad de Moré en el contexto cubano suscribiendo en sus páginas un breve cancionero; Ofrenda Criolla (Ed. Arte y Música 2000) del investigador José Reyes Fortún, un recuento discográfico que se pretende exhaustivo pero en el que existen algunas lagunas; Yo conocí a Benny Moré de Félix Contreras (Ediciones Unión 2002), compilación de textos sueltos hechos por encargo del compilador o rescatados de publicaciones periódicas cubanas; Qué bueno baila usted (Biblioteca Latinoamericana) de Faisel Iglesias quien con una prosa ágil y emotiva describe el desarrollo musical delBenny desde su humilde infancia hasta la época de fama y  muerte. 

A estas publicaciones se suma Wildman of Rhythm (El bárbaro del ritmo), el primer libro en inglés dedicado al Benny escrito por John Radanovich, crítico especializado en latin-jazz y world music, colaborador de Down Beat y columnista del New Orleans Times Picayune, quien (el mismo nos lo dijono descubre más de lo que muchos ya saben y se dice en las redes cibernéticas.

El más reciente, Benny Moré, el símbolo de la música cubana, (Ed. José Martí 2019) mismo que acaba de ser presentado en la Habana a propósito de la celebración del centenario de su natalicio, es del periodista e investigador musical Rafael Lam, en el que, a través de las 300 páginas que lo integran, nos brinda información de primera mano sobre aspectos de lavida personal y profesional del artista lajero. Un trabajo que, si bien nos ayuda a comprender el “fenómeno Moré” no alcanza a ser la obra esperada en la que se inscriba de una vez por todas y de manera completa su historia.

 El Benny en México

Es sabido que México fue el país donde Benny Moré se forjó y proyectó internacionalmentesin embargo,son pocos los trabajos dedicados a resaltar esa etapa de su carrera. De lo que más se dice en los textos que se publican, sobre todo en Cuba, es de su periodo post mexicano. Cuando siendo un artista famoso regresa a Cuba y organiza su Banda Gigante. Muchos de sus “biógrafos” parten de ahí obviando su permanencia, aprendizaje y trayectoria en nuestro país.

La historia de Benny Moré en México arranca en La Habana, cuando es descubierto por Miguel Matamoros, quien tras realizar una audición de cantantes para el puesto de voz líder en su agrupación con la que estaba a punto de salir a cumplir compromisos en México y Españaquedó fuertemente impresionado por el bello timbre y fuerza tonal del lajero. Así es como Moré llega el 21 de junio de 1945 a esta ciudad capital se hospeda en el hotel Fornos y actúa con Matamoros en las radioemisoras XEW, XEG y los cabarets El Patio y El Folies.

Al concluir Miguel Matamoros su compromiso en la ciudad de México, Benny decide quedarse. Según nos refiere el pianista veracruzano Memo salamanca y quien fuera director musical y buen amigo del Benny,Matamoros se molestó mucho por tal decisión, tanto que le retuvo sus documentos migratorios por lo que Moré quedó de “ilegal” en nuestro país abandonado a su suerte. Anduvo de un lado a otro pernoctando donde le caía la noche. Comía en casa de amigos. Cantaba por tres pesos y el porvenir s le presentabapoco halagüeño.

Con el fin de resolver su día a día frecuentaba algunos sitios de la calle de Meave (Centro Histórico) donde se reunían artistas, deportistas y residentes cubanos. En uno de esos lugares encontró a su viejo amigo Clemente Piquero, Chicho, bongosero que había llegado con el grupo folclórico Jungla Africana de Armando Barreto y que al conocer su situación le ayudó consiguiéndole un lugar decente donde dormir, un permiso provisional del Sindicato de Músicos para trabajar en la ciudad y la oportunidad de hacerlo en el cabaret Río Rosa de Pancho Aguirre.

Benny se encontró allí con una de las mejores agrupaciones musicales de aquella época, el Son Veracruz, que tenía como cantante a Lalo Montané, con el que trabo gran amistad y formo un excelente dúo de música antillana. El reconocido más adelante como “Dueto Fantasma”.

Sin embargo, debido a su estadía irregular en nuestro país era acosado por agentes de Gobernación que le extorsionaban con la amenaza de deportarlo. Lalo Montané decidió entonces ocultarlo un tiempo en su rancho de Veracruz hasta que las cosas se calmaran y así, mientras Benny se ambientaba a su nueva residencia, Lalo urdió junto con otros amigos un plan infalible: casarlo con una mexicana para así obtener su residencia legal. Esto fue comentado –según nos cuenta Tony Camargo— con Margarita Bocanegra, una asidua a la XEW quien ya conocía al Benny Y le simpatizaba. La idea de la boda no le desagrado a Moré y al saber que sería con Margarita sólo pidió tiempo para tratarla y conocer a la familia. Arreglado todos los trámites la boda se llevó acabo el 25 de agosto, dos meses después del arribo del cantante a la ciudad de México.

Ya legalizada su permanencia vía la opción del matrimonio, Benny Moré fue contratado en exclusiva para la RCA Víctor por don Mariano Rivera Conde realizando su primera grabación con la orquesta de Mariano Mercerón.

El ser artista exclusivo de la RCA Víctor y no de una agrupación en específico le proporcionó provechosas ventajas como el de trabajar bajo la dirección de diversos e importantes directores de orquestas como Arturo Núñez, Rafael Paz, Chucho Rodríguez y Dámaso Pérez Prado, quienes tenían diferentes concepciones acerca del hecho musical mismos que fueron asimilados por el joven e inquieto Moré quien desde un principio entendió lo amplio del espectro tonal y lo bien que le podría funcionar en lo futuro.

La influencia de Dámaso, amante del jazz y de la música clásica contemporánea, fue determinante para el Benny quien a esa altura no solo componía, sino según las propias palabras de Pérez Prado, también cooperaba en la elaboración de los números “Con Benny Moré los números salían solos, componíamos unos y descomponíamos otros”, nos comentó el Cara é foca, apodo, por cierto, con que le “bautizó” el Benny.

Otros momentos de mucho valor musical en el periodo mexicano fueron los dúos que hizo con Pedro Vargas, Tony Camargo, Lalo Montané, Los Hermanos Bermudes, Las Hermanas Gaona, Olga Guillot, Alfredo Sadel y un sin número de intérpretes. A propósito, se cuenta la anécdota aquel cuando estaba grabando con don Pedro VargasObsesión. Resulta que don Pedro, toda seriedad, le entregó la partitura correspondiente y el Benny al ver el papel le dijo entre asombrado y malicioso: “Maestro, esto es para mí esta en chino”. Don Pedro, incrédulo, arqueando la ceja, le inquirió: “¿Entonces cómo vamos a cantar en dúo?… ¿Cuándo sabes el momento que debes entrar?” y Benny con su habitual buen humor le respondió “Cuando el cerebro me lo pida maestro”. De la misma manera grabaron Perdón.

La labor de Benny como compositor también sdesarrolló en México. En ese rubro era “un diamante en bruto”, como decía Graciela Olmos, la popular “Bandida”, autora de La enramada, quien fue su amante, guía y promotora. Gracias a ese y otros estímulos Benny no cesaba de componer. Su genio era abundante. Muchas de sus composiciones le brotaban en los momentos y lugares más inesperados, mientras se bañaba, a la hora de comer o hasta durmiendo. Cuenta Margarita Bocanegra que de repente despertaba gritando “alcánzame un papel y un lápiz que tengo en la cabeza una canción”.

Las canciones de inspiración del Benny se empezaron a conocer desde las primeras grabaciones, aunque muchas de las melodías llevadas a los discos habían nacido en los años difíciles de su vida, entre ellas Desdichado, que grabara con Mariano Mercerón y que había compuesto a la edad de 14 años. Se estima que, entre sones, boleros, rumbas, guarachas, afros y mambos, fueron alrededor de 30 los temas que compuso Benny Moré, entre ellos destacan Santa Isabel de las Lajas, dedicada a su pueblo natal; Dolor y perdón, que según Margarita Bocanegra le fue dedicada en vísperas de su matrimonioDolor cabalarí, de fuerte influencia afro que le recordaba la tragedia de los esclavos africanos en Cuba, siendo él descendiente directo de esa condiciónLocas por el mambo, dedicada a las bailadoras mexicanas; Rumberos de ayer, en honor a esos rumberos mitológicos como Andrea Baró, Malanga, Mulense, Lilón y el gran tamborero Chano Pozo; Que bueno baila usted, al genial trombonista y arreglista Generoso Tojo Giménez y la sempiterna Bonito y sabroso, que habla de la dualidad musical Cuba- México que tanto pregonaba el Bárbaro y que, según referencia de don Miguel Nieto, propietario del salón Los Ángeles, fue escrita en una de las mesas de dicho salón mientras el Benny esperaba turno para entrar a escena con la Orquesta de Arturo Núñez y veía como los bailadores seguían el ritmo de la banda de Pérez Prado.

El Benny fue un artista genial y de su presencia en México falta mucho por descubrir (y escribir). Esa es una tarea en la que estamos comprometidos un grupo de interesados para más allá de una celebración casual, aportar datos inéditos a una historia a todas luces relevante en el discurso musical afrocaribeño.