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Ya son 50 manifestantes muertos en Perú

January 20, 2023 - por

Ya son 50 manifestantes muertos en Perú

Las manifestaciones estallaron desde diciembre pasado cuando el Congreso destituyó al ex presidente Pedro Castillo. | Foto: EFE

Movimientos sociales de diversas partes del mundo expresaron este viernes su solidaridad con los manifestantes peruanos, quienes han sido reprimidos por las fuerzas policiales y militares de ese país cuando se contabilizan alrededor de 50 víctimas mortales.

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Desde Cuba, los Pañuelos Rojos señalaron a través de un comunicado que “los revolucionarios de Latinoamérica y el resto del mundo tenemos la obligación moral de solidarizarnos con el pueblo peruano y contribuir a visibilizar la lucha que hoy se vive en la tierra de Mariátegui y Túpac Amaru”.

A su vez, la organización catalana de “Entrepueblos Entrepobles Entrepobos Herriarte” publicó que “en pl. Sant Jaume de Barcelona, acompañamos a nuestras hermanas peruanas en su protesta por la represión en Perú y en memoria de todas las personas heridas y asesinadas”.

De igual forma, el codirector ejecutivo de The People Forum, Manolo de Los Santos, denunció que “miles de manifestantes piden la renuncia del gobierno golpista de Boluarte. Policías bajo sus órdenes son responsables de más de 50 muertes en los últimos 42 días de protestas”.

Asimismo, la vicepresidenta del Directorio Nacional Colegio de Profesoras y Profesores Chilenos, Paulina Cartagena, afirmó que el magisterio de su país transmite su solidaridad con los manifestantes mientras colgó una imagen en Twitter donde decenas de pedagogos sostienen un cartel donde expresa que “el pueblo peruano no se rinde. A parar la represión”.

Por su parte, el abogado, docente y militante popular argentino, Juan Grabois, publicó que “toda la fuerza al pueblo peruano en su justa lucha por la dignidad y total repudio al gobierno represor. Pronto estaremos acompañándolos en una nueva Misión de Solidaridad y Derechos Humanos”.

Al mismo tiempo, el movimiento Black Alliance for Peace denunció que el Gobierno peruano ha aumentado la represión contra los manifestantes, en su mayoría indígenas, “luego de culparlos por un incendio en el centro de Lima”.

Además, el fundador y militante mexicano de Morena, Tomás Pliego, expresó que “la derecha golpista tiembla. Hoy el pueblo de Perú se dispone a retomar las riendas de su destino. Desde todos los rincones de ese hermano país miles de mujeres y hombres intentarán tomar pacíficamente Lima”.

Desde el pasado mes de diciembre cuando el Congreso destituyó al ex presidente Pedro Castillo, las manifestaciones en Perú estallaron para exigir la renuncia inmediata de la mandataria Dina Boluarte, la formación de una Asamblea Constituyente y la convocatoria a elecciones anticipadas.

Las élites ya sienten la radicalización de las protestas

Con la “Toma de Lima” o la “marcha de los Cuatro Suyos”,  en la que miles de manifestantes se trasladaron desde diferentes rincones del país hasta Lima, cambia el escenario del conflicto peruano: de uno de disputa profunda, pero regional, a uno de escala nacional en el que las élites comienzan a sentir, de cerca, la radicalidad de las protestas.

Las movilizaciones, que comenzaron desde el derrocamiento del presidente electo Pedro Castillo, el pasado 7 de diciembre, no habían llegado con ímpetu a la gran ciudad donde se establecen el poder constituido y las clases dominantes.

El “estallido”, que ha reverberado en el sur peruano, está haciendo metástasis en el resto del país, y esta semana se ha trasladado a la capital, cuyas calles se habían mantenido relativamente alejadas de la tenaz pugnacidad.

El “estallido”, que ha reverberado en el sur peruano, está haciendo metástasis en el resto del país, y esta semana se ha trasladado a la capital cuyas calles se habían mantenido relativamente alejadas de la tenaz pugnacidad.

La presidenta interina, Dina Boluarte, cuya renuncia es una de las principales demandas de las protestas, había dicho en los días previos a la movilización –convocada por movimientos sociales– que esperaba conversar con ellos sobre sus demandas.

No obstante, muchos de quienes se trasladaban hacia Lima denunciaron que las fuerzas militares y policiales estaban impidiendo el paso hacia la capital. Luego, la marcha fue atacada con gases lacrimógenos y no hubo situación de diálogo alguna.

Pero hay que reconocer que, a diferencia de lo acontecido en el resto del país, en el que ya la cifra de muertes ha pasado de cincuenta, en Lima la represión no ha llegado aun a ser letal, lo que indica cierta cautela a la reacción que podría causar una actuación policial desmedida.