Los Angeles, Cal.

Con este texto epilogo mi análisis de la Ley SB-1718, firmada y aprobada por el Gobernador de la Florida, Ron De Santis, de un carácter antinmigrante, que ha causado el rechazo de los gobiernos de los presidentes Andrés Manuel López Obrador, de México, y de Joe Biden, de Estados Unidos.

La Ley SB-1718 entró en vigor hace exactamente dos meses y nueve días.

A esta norma la denuncié desde que se debatía en los comités del Congreso Estatal de Florida. Primero, como un proyecto de ley muy peligroso. Ya aprobada la legislación, y a la espera de la firma del Gobernador, alertamos al pueblo trabajador inmigrante, de todo el país, del gravísimo peligro que los amenazaba por el carácter fascista de lo que hasta entonces era todavía un proyecto de ley.

Pero una vez que se convirtió en ley, la denunciamos por lo que es, una ley fascista, anti-inmigrante y anti-latina.

De las ocho partes más importantes que comprende, la número siete amplía de forma significativa la aplicación de las leyes de inmigración. Por ejemplo, permite crear grupos de trabajo para combatir la inmigración irregular y realizar auditorías para asegurar que empleadores, administradores de hospitales y de universidades están implementando y cumpliendo cada requisito de las leyes de inmigración vigentes (tanto las Federales como las regulaciones que obliga la SB-1718) para asegurar que ningún trabajador indocumentado se pueda escapar de ser sancionado.

La ley también establece un fondo para destinar hasta 12 millones de dólares por año para el Programa de Transporte de Extranjeros no Autorizados a diversos estados y ciudades de la Unión Americana que son gobernados por miembros del Partido Demócrata y que han proclamado a sus jurisdicciones como Estados o Ciudades Santuario. De esta forma, Florida se suma a la política reaccionaria del gobernador republicano de Texas, Greg Abbot, quien desde el año pasado ha estado enviando por transporte aéreo y terrestre a miles de trabajadores indocumentados a Los Angeles, California, Chicago, Illinois, Nueva York, Denver, Colorado e inclusive a Martha’s Vineyard, en el Estado de Massachussets.

Al momento de escribir esta columna tan sólo en los últimos dos meses, el gobernador Abbot ha enviado a Los Angeles doce autobuses repletos de trabajadores indocumentados y sus familias.

Los partidarios de esta ley fascista creen que las regulaciones de la SB-1718 son necesarias para proteger al estado de una invasión de inmigrantes.

Sin duda, los trabajadores indocumentados tienen que soportar la carga más significativa como consecuencia de esta ley retrógrada, cruel e inhumana. Pero debe de quedar claro, los empleadores no quedarán a salvo tampoco porque las empresas privadas con por lo menos 25 o más trabajadores están obligadas de utilizar el sistema E-Verify, si aún no lo hacen. Además deben de evaluar a su personal y examinar minuciosamente los registros de sus trabajadores. Para garantizar el cumplimiento de toda la nefasta telaraña de reglas de la SB-1718 de forma regular y permanente, los patrones deberán de realizar auditorias internas de sus formularios I-9 y verificar que toda la documentación proveída por sus trabajadores sea valida para así demostrar que estos últimos están facultados para trabajar en sus empresas.

Por si esto fuera poco, los patrones también deberán articular planes para garantizar el cumplimiento en el futuro de las regulaciones que se ordenan bajo la Ley SB-1718. Estos planes pueden incluir la capacitación de gerentes y personal de recursos humanos, para que comprendan a cabalidad los requisitos de contratación de nuevos trabajadores, los procedimientos para su incorporación, la documentación I-9 y el sistema E-Verify.

El cumplimiento de todos los requisitos que se ordenan bajo esta ley será un desafío para los empresarios de las industrias de la construcción, la agricultura, y en los servicios de la hospitalidad (hoteles, centros nocturnos, restaurantes, etc.), donde la retención de los trabajadores con experiencia se esta tornando en una crisis. Sin embargo, tanto patrones y  trabajadores sentirán el impacto de este nefasto ordenamiento. No importara el tamaño de la empresa. El incumplimiento de las nuevas normas migratorias podría dar lugar a multas considerables y la perdida de licencias para la operación de sus negocios lo que ya está obligando a un número considerable de empresas a cerrar por completo.

La economía de Florida era una de las más importantes de la Unión Americana. El estado era ejemplo a seguir por estados y entidades más atrasadas en su plano económico. Dichos estados tanto en el Sur profundo así como en el Centro del país venían admirando el crecimiento económico de Florida, Ahora me temo que pronto estaremos asistiendo a presenciar la destrucción de la economía de un estado hasta recientemente muy prospero.

¿ Acaso con estas políticas migratorias modernas, todas ellas ideadas por mentalidades prehistóricas, se podrá detener la inmigración irregular? ¿ Acaso con políticas migratorias inhumanas y crueles como las que contiene la SB-1718, brillara la política de honrar y respetar los derechos humanos que esta todavía poderosa nación reclama a todas las naciones del mundo y a todas horas del día?.

El espectro del fascismo prohijado por la derecha y extrema derecha rep0ublicana cabalga y se pasea de forma peligrosa en Estados Unidos. El año próximo se avecinan las elecciones presidenciales. Todos estamos obligados de hacer hasta lo imposible para asegurar el fin de las fuerzas de la ultraderecha que muchos creyeron habían sido enterradas para siempre con la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Malas noticias. Los fascistas modernos están vivos y coleando, y si no tenemos cuidado pronto los tendremos en el poder no en la Florida sino en Washington, D.C.

Los amantes de la libertad, la justicia y la igualdad debemos ser un valladar infranqueable para esas fuerzas del saqueo, de la antidemocracia y contumaces vulneradoras de los derechos humanos, sobre todo, del pueblo trabajador.

*Juan José Gutiérrez es el Director de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes.