WASHINGTON

El aprendizaje en la escuela es de vital importancia para el bienestar social y emocional, la recuperación académica y el avance de nuestros niños. Entonces, cada vez que nos lanzan una bola curva COVID-19, nos apoyamos en las salvaguardas y mitigaciones que ayudan a mantener a todos, nuestros estudiantes, padres y personal escolar por igual, seguros y saludables.

Desde el inicio de esta pandemia, hemos abogado por las pruebas como una señal de alerta temprana para limitar los brotes y la propagación en la comunidad. Con el aumento de Omicron, la disponibilidad de las pruebas se convierte en una necesidad, pero desafortunadamente, el acceso a las pruebas es cada vez más limitado. Afortunadamente, la administración Biden-Harris está dando un paso adelante para cambiar eso.

Mientras esperamos la evidencia de los efectos de la variante Omicron, los hechos permanecen: las precauciones de seguridad son la herramienta para mantener las cosas abiertas, ya sean escuelas o cualquier otra cosa. Es más importante que nunca vacunarse y reforzarse, realizar pruebas con regularidad, cubrirse con mascarillas en el interior y mantener una ventilación adecuada; así es como mantenemos nuestras comunidades seguras y nuestras escuelas abiertas para el aprendizaje en persona. Esa seguridad es responsabilidad colectiva de todos, no solo de nuestro atribulado sistema médico, y debemos trabajar juntos para minimizar el riesgo y mantener saludables a nuestros seres queridos ”.