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Breve historia del tiempo…económico

March 20, 2023 - por

Breve historia del tiempo…económico

Monterrey, N.L.

Viendo la serie de Paramount +, “El banquero de Dios”, caigo en cuenta de muchas situaciones. Y lo hago atando cabos, entre lo que he leído y otras series documentales que he visto.
Voy a tratar de explicarlo brevemente, bajo el riesgo de verme muy reduccionista. Pero espero lo anterior pueda ayudar a muchos a ver el panorama actual desde otra perspectiva.
Primera crisis económica realmente global (hubo otras, pero no de la misma intensidad): el quiebre de la banca en 1929. Curiosamente, al mismo tiempo que en la economía estadounidense se tenía una prohibición para comerciar alcohol, lo cual provocó un aumento del contrabando de dicho producto. Con el consiguiente aumento de la criminalidad, y del lavado de dinero producto de dicha criminalidad. Dinero que era lavado por el sistema bancario que colapsó, al estar basado en una economía especulativa, no productiva.
Por consiguiente, se implementó la ley Glass-Steagall. Cito textual de Wikipedia: “Entró en vigor el 16 de junio de 1933, estableciendo la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) e introduciendo diversas reformas bancarias, para controlar la especulación, destacando la separación entre la banca de depósito y la banca de inversión (bolsa de valores). Fue promulgada por el presidente Franklin D. Roosevelt para evitar que se volviera a producir una situación como la crisis de 1929.” (sic)
Y sí: después de la segunda guerra mundial, prácticamente no hubo crisis cíclicas como las que hemos vivido desde los 70. Pero hubo un pequeño problema en esa década con los EUA: estaban en bancarrota por la guerra de Vietnam.
Cito textual del siguiente enlace [ Enlace: https://www.elblogsalmon.com/economia/a-40-anos-del-fin-de-bretton-woods-y-del-origen-del-caos-financiero]
“Bajo el régimen de Bretton Woods, todas las monedas estaban vinculadas al dólar, el que a su vez estaba atado a un precio fijo en oro. Los bancos centrales tenían el derecho de convertir sus tenencias de dólares en lingotes de oro, a razón de 35 dólares la onza. Pero para 1971, en medio de las dificultades económicas producidas por la guerra de Vietnam, Estados Unidos decretó la inconvertibilidad del dólar en oro, y cerró la ventanilla de cambio a los banqueros centrales del resto del mundo. Con esto llegó la era del papel moneda, del dinero fiduciario, de las tasas de cambio flotantes que alentaron la especulación y la concentración de la riqueza.
El colapso del sistema de Bretton Woods, que alcanzó a durar 27 años, marcó la primera quiebra de Estados Unidos, que, sin embargo, fue perfectamente camuflada por el derecho autogenerado por Estados Unidos de imprimir dólares. Con esta fórmula, Estados Unidos se otorgó el derecho de cubrir todos sus déficits con dólares e inundar de dólares tanto el sistema financiero como a los bancos centrales del mundo. Se calcula que en la actualidad el 60% de las reservas de divisas de los bancos centrales están en dólares, lo que acrecienta el nerviosismo de estos países con la debilidad manifiesta del billete verde.
El fin del sistema de Bretton Woods y la adopción de los tipos de cambio flotantes no fue la panacea para la estabilidad económica. Este quiebre tuvo una serie de efectos colaterales que alentaron la especulación masiva y marcaron el deterioro de la economía real.” (sic)
Hubo un problema con lo anterior: los EUA buscaron dar préstamos a muchos países, incluyendo de América latina, para después cobrarlos en forma leonina, y así recuperar el dinero que habían perdido por la guerra de Vietnam.
Transcribo lo siguiente, de la BBC. El orden, no es el mismo en el cual aparece en el artículo original [Enlace: https://www.bbc.com/mundo/noticias-62696023]
“Señala que en aquel momento las tasas de interés eran muy bajas porque era un período de auge financiero gracias en parte a que los países petroleros del mundo -que habían disfrutado de una bonanza- habían colocado sus ahorros en depósitos bancarios, por lo que las instituciones financieras disponían de muchos recursos para prestar.
La deuda contraída por los países de América Latina en aquellos años tenía otras dos características que incrementaron su vulnerabilidad cuando las condiciones cambiaron: había una creciente proporción de la deuda contraída a corto y medio plazo; y también que una parte importante de la misma había sido contratada a tasas de interés variable.
“Parte de la plata prestada por los bancos estaba con una tasa de interés fija, pero mucho era a tasa variable. Se ajustaba cada 3 meses o 6 meses y entonces, de repente, hay países de América Latina que pasan de pagar una tasa de interés de 5% a tasas de interés de 15% o 18%, pero ahora no era con la deuda de los años 1973, 1974 o 1975, sino con la deuda que se había acumulado en el 1978, 1979 y 1980”, dice.” (sic e ibidem)
¿Por qué aumentaron las tasas de interés los estadounidenses? Pues, para variar: para luchar contra la inflación. Cito textual: “En 1979, Estados Unidos estaba inmerso en una importante crisis económica con una inflación que, por segunda vez en cinco años, superaba los dos dígitos: 11,3%.
La tasa de desempleo superaba el 7% y el costo de las hipotecas y el precio de la gasolina estaban disparados.
Pero en agosto de ese año asumió el cargo de jefe de la Reserva Federal (Fed) el economista Paul Volcker, quien pronto empezaría a intentar doblegar la inflación con una maniobra dura: un incremento implacable de las tasas de interés.
Así, las tasas de interés aumentaron de un 10% en agosto de 1979 hasta llegar en torno a 19% en enero de 1981.
Tómese en consideración que esas eran las tasas de interés de la Fed, que son una referencia y un piso para las tasas de interés que terminan pagando por sus créditos personas, empresas y países.
Los incrementos en las tasas de interés causaron dos recesiones en Estados Unidos, pero al final ayudaron a poner la inflación bajo control. Cuando Volcker dejó la Fed en agosto de 1987, la inflación estaba en 3,4%.” (sic e ibidem).
Podemos ver como los EUA, con la excusa de “luchar contra la inflación” (una inflación que ellos mismos provocaron al salirse del acuerdo de Bretton-Woods, y así poder imprimir más dinero al estar en bancarrota por la guerra de Vietnam), aumentó las tasas de interés. Y, al hacerlo, se “aprovechó” de la “ingenuidad” de los países latinoamericanos, los cuales terminaron pagando los platos rotos. En este mismo artículo hallé algo muy interesante sobre México. Cito textual: “Las cosas pintaban mal para México desde los primeros días de aquel agosto de 1982.
El día 4, el diario británico The Guardian ya advertía que el país podría verse obligado a modificar el calendario de pago de su deuda externa que para entonces era la más grande del mundo.
La deuda pública se ubicaba en torno a US$58.000 millones y la privada sumaba, al menos, entre US$18.000 millones y US$20.000 millones.
Solamente para hacer frente en lo que restaba del año a las obligaciones derivadas de la deuda a corto y medio plazo, México necesitaba unos US$15.600 millones.
Dos días más tarde, el gobierno recurrió a la segunda devaluación del peso en seis meses, que pasaba así de un valor de 27 por dólar en febrero a 80 por dólar en agosto.
Poco después, el presidente José López Portillo dijo que esa devaluación y un control de cambios parcial que habían impuesto eran medidas necesarias para evitar un impago de la deuda.
Al final, no obstante, ese destino no pudo esquivarse y el entonces ministro de Hacienda, Jesus Silva Herzog, terminó solicitando ayuda al FMI y negociando con los bancos acreedores una moratoria de 90 días en el pago de la deuda pública de México.
Ese momento es considerado como el punto de estallido de la crisis de la deuda latinoamericana de 1980 que ha sido “el episodio económico más traumático que ha experimentado América Latina a lo largo de su historia”, según el economista José Antonio Ocampo, profesor de la Universidad de Harvard y actual ministro de Hacienda de Colombia.
CURIOSAMENTE, SIN EMBARGO, UNO DE LOS FACTORES QUE CONTRIBUYÓ FUERTEMENTE A QUE SE DESATARA ESA CRISIS NO TUVO QUE VER CON LAS DECISIONES TOMADAS EN LA REGIÓN SINO CON LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS DE ESTADOS UNIDOS QUE ENTONCES, AL IGUAL QUE AHORA, ENFRENTABA UNA IMPORTANTE OLA INFLACIONARIA.” (sic, ibidem y mayúsculas mías).
El nombre del artículo, por si lo quieren leer completo, es el siguiente: “LA DÉCADA PERDIDA”: CÓMO LA LUCHA POR FRENAR LA INFLACIÓN EN EE.UU. DISPARÓ EN LOS 80 LA MAYOR CRISIS DE LA DEUDA SUFRIDA POR AMÉRICA LATINA EN EL ÚLTIMO SIGLO.
Pero vamos a sintetizar hasta aquí. Había orden financiero, sobre todo impuesto después de la Gran Depresión de 1929. Pero ese orden se empezó a resquebrajar posterior a que los EUA abandonaron el acuerdo de Bretton-Woods, para poder imprimir dinero sin un respaldo en oro, pudiendo así imprimir más dinero, y hacer frente a sus deudas. Deudas secundarias al conflicto en Vietnam. Al ver que eso no era suficiente, le jugó una mala pasada no solo a México, sino a toda América latina, al aumentar en forma leonina las tasas de interés. Prácticamente, le pasó la deuda de Vietnam a los latinoamericanos. Por lo mismo, mientras los EUA se recuperó en los 80 de una “borrachera” provocada por ellos mismos, a los latinoamericanos nos tocó la “resaca”, y perdimos toda una década.
Ahora, aquí es cuando entra el “factor vaticano”. Cuento corto, la iglesia requería dinero para luchar contra su principal enemigo: el comunismo. Pero no había liquidez en esos convulsos años 70, sobre todo después del desorden impuesto por los EUA con su decisión de abandonar Bretton-Woods. ¿Qué fue lo que hizo el Vaticano para poder obtener esa liquidez?
No dejen de ver la conclusión de esta historia, mañana. O, en otras palabras: CONTINUARÁ…