La Educación

Al Servicio del Pueblo Latino de California

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Calitexleón

January 18, 2022 - por

Calitexleón

Monterrey, N.L.

Muchas veces, he escrito que Nuevo León ha copiado los peores defectos de nuestros vecinos del norte. Sobre todo en algunos puntos. El fundamentalismo religioso y la cerrazón política texana (que odia todo lo que sea de izquierda), y la frivolidad y egoísmo de California (sobre todo de Hollywood y Beverly Hills).
Ser la entidad más obesa del segundo país más obeso del mundo, la que más consume refrescos embotellados a nivel mundial, la que es líder en diabetes e hipertensión en el país, los más contaminados, los principales factureros y lavadores de dinero del país, los más discriminadores del país, ya daban fe de lo anterior.
Aplicar el dogma neoliberal de “a cómo te ven, te tratan”, y “ser exitoso a cualquier costo”, prendió aquí a tal punto, que mucha gente que solo vino a “estudiar” terminó poniendo su residencia aquí, y compartió esos “anti valores”.
Y pongo anti valores porque soy de la época entre la muerte de Don Eugenio Garza Sada, en 1973, y la llegada del neoliberalismo en 1982.
De hecho, algunos malpensados insinúan que hubo un grupo de poder detrás de los asesinos de Don Eugenio, y solo utilizaron a los guerrilleros como “marionetas”. Y advierto: a mí no me reclamen. La hipótesis no es mía. Solo la comparto.
¿Y por qué lo “sacaron” de en medio? Porque era un empresario que vio por dar salud, educación, vivienda digna y sueldos justos a sus trabajadores. Todo lo anterior, anatema para los neoliberales.
Así que, una vez fuera de circulación, ya no hubo problema en hacer de Monterrey la “Meca” del neoliberalismo en México.
Pero, repito, los antivalores del neoliberalismo prosperaron a tal punto en nuestra ciudad, que el último acto de la pareja gubernamental del estado puede ser interpretado como la cúspide del resultado de copiar lo más negativo de dos de las entidades más caricaturizadas de los EUA: “adoptar” un niño por unas horas. La “cosificación” de las personas. El extremo de “hacer negocios” texano con la frivolidad californiana.
Si te parece bien, perfecto. Ya darás cuentas en esta vida, o en otra. Todos daremos cuentas.
Mientras, yo sigo haciendo algo muy odiado por mis paisanos: estudiar, para trabajar en forma honrada y no tener que llegar a extremos inconfesables para poder aparentar cosas que no son.
Yo, como Diógenes: “Solo no me quites el sol”.
Lo peor es que muchos no sabrán quién fue ese filósofo, aquí, en la “urbe más moderna del país”. Y por eso aplauden desfiguros, y siguen imitando lo negativo.
Al final, Samuel y Mariana son un fiel reflejo, en espejo perfecto, de la sociedad regiomontana, neoleonesa, y de sus votantes.
No se puede tener otro “liderazgo”, si no sólo el que se merece.