Esos cierres incluyen 11 de las principales arterias del tráfico de la capital, Ciudad de Guatemala, y persisten pese a un reciente mensaje del presidente Alejandro Giammattei, que responsabiliza al mandatario electo, Bernardo Arévalo, por la actual situación. Giammattei leyó la noche del 10 de octubre en la televisión una carta a Arévalo, a quien entregará el Gobierno el 14 de enero próximo, en la cual lo responsabiliza de la crisis política y lo insta a propiciar un diálogo para buscar soluciones a la crisis.

No obstante, Giammattei continuó sin hacer referencias a la principal demanda de los manifestantes, la renuncia de la fiscal general y jefa del MP, Consuelo Porras, a quien nombró en mayo de 2022 para un segundo período de cuatro años, en una reelección para esos cargos sin precedentes en la historia guatemalteca.

El paro nacional fue convocado por las organizaciones de los pueblos originarios mayas poco después que agentes del MP con los rostros cubiertos allanaran las oficinas del Tribunal Supremo Electoral y decomisaran los documentos originales con los resultados de las elecciones generales del pasado 25 de junio.

En las masivas manifestaciones, las personas exigen la renuncia de Porras, de los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, y del juez Fredy Orellana, a quienes denuncian como los gestores de los intentos de alterar los resultados de los comicios, como parte de un plan del llamado “Pacto de Corruptos”.

En las concentraciones populares es evidente la ausencia total de imágenes de Arévalo y de su partido, el Movimiento Semilla, el cual también el MP impulsa acciones para ilegalizar. Arévalo respondió este miércoles a las acusaciones de Giammattei y en su cuenta de la red social X señala un intento del mandatario por eludir la solución de la crisis.

“El presidente Giammattei está haciendo un intento muy claro por evadir la responsabilidad que le corresponde en esta situación. No perdamos el norte, la salida a esta crisis comenzará cuando deje de callar ante el evidente asalto a la voluntad popular”, expresó.

Los líderes de los pueblos originarios y otros sectores acusan a Giammattei de cómplice de los ataques a la democracia de Porras, Curruchiche y Orellana, por lo cual confirmaron la decisión de proseguir las manifestaciones hasta lograr la renuncia de esos funcionarios.