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Del encuentro entre Cortés y Moctezuma al perdón histórico: 500 años

November 11, 2019 - por

Del encuentro entre Cortés y Moctezuma al perdón histórico: 500 años

CIUDAD DE MEXICO

El 8 de noviembre de 1519, Hernán Cortés y Moctezuma II estuvieron frente a frente por primera vez. Según las crónicas de la época, el encuentro tuvo lugar en el vértice de lo que hoy son las calles de República del Salvador con la Avenida Pino Suárez en la Ciudad de México.

Ahí se encuentran el Templo de Jesús de Nazareno y el antiguo Hospital de Jesús. Cientos de personas caminan diariamente por la esquina sin reparar en la placa de cantera que reseña un episodio que cambiaría el rumbo la región mesoamericana y que probablemente fue el primer ladrillo en la construcción de lo que hoy es México.

Quinientos años después, las repercusiones del primer diálogo entre ambos líderes siguen a debate.

Para el historiador Rodrigo Martínez Baracs el encuentro entre Cortés y Moctezuma tiene su dramatismo, pero no es más importante que otros episodios de la época. “Desde un principio Moctezuma supo de la llegada de los españoles. Su supuesto miedo se debe a que sabía que traían un armamento superior”.

El también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Academia Mexicana de Historia, sostiene que quinientos años después todavía se mantiene la narrativa “de que somos los eternos vencidos”. Asegura que como país necesitamos sacudirla porque “nos ha hecho mucho daño”.

En el marco de las conmemoraciones propone ir a las causas profundas de la derrota de Tenochtitlán. “Necesitamos entender las diferencias que se establecieron entre el viejo y el nuevo mundo. Una de ellas es la tecnológica y otra es de orden bacteriológico, esta última provocó epidemias durísimas”.

Federico Navarrete, historiador y creador del sitio Noticonquista, precisa que el proceso de Conquista empezó con la llegada de los españoles en 1519, pero la dominación de los indígenas por los europeos y sus aliados mesoamericanos transcurrió durante un periodo muy largo. “Estoy de acuerdo con Enrique Semo cuando señala que en algunos casos la dominación de los pueblos indígenas se consiguió hasta el siglo XX. En ese sentido, podríamos decir que no ha terminado y sigue siento parte de nuestra realidad”.

Añade que las conmemoraciones deberían encausarse por la ruta de pensar y superar las relaciones de dominación y desigualdad que se remontan a entonces. “Ahí se sentaron las bases de la sociedad desigual, violenta y racista que somos. Pareciera que la Conquista sigue sucediendo en pleno siglo XXI”.

Más allá del mito

Ambos especialistas coinciden en que se mantienen varios mitos alrededor de personajes centrales como Marina, Moctezuma y el propio Hernán Cortés.

Al respecto de la intérprete, Martínez Baracs celebra que por fin se desvaneciera la idea de que era una traidora. “A estas alturas mucha gente sabe que nació en un señorío probablemente veracruzano sometido y explotado. Por lo mismo era natural que apoyara a quienes querían liberarlos del yugo mexica. Mi impresión es que transmitió a los pueblos indígenas el mensaje de que lo más conveniente era que se aliaran a los españoles porque traían una tecnología militar superior y que no tenía caso resistir”.

Para el académico, otro error es identificar a los mexicanos exclusivamente con los mexicas. “Mesoamérica era mucho más, otras culturas, lenguas y territorios”.

Federico Navarrete desmiente la supuesta cobardía de Moctezuma. Reconoce que los mexicas enfrentaron un desafío mayúsculo con los españoles y que no supieron combatirlos, lo cual fue fatídico. No obstante, “la narrativa ha concentrado toda la culpa en la figura de Moctezuma, pero no es justo. Él reflejó la parálisis y los dilemas que enfrentaba toda la elite mexica”.

Donde se centra la controversia es en Hernán Cortés. Navarrete cuestiona a quienes enaltecen la figura del conquistador español. “Era un mitómano. Sus Cartas de relación están llenas de engaños y exageraciones. Manipuló los hechos para adjudicarse todo el crédito cuando lo cierto es que todo fue más complejo. Me parece increíble que tantos historiadores asumieran sus mentiras. Christian Duverger lo ve como el gran fundador del mestizaje y de la iniciativa privada. Esta visión me parece racista y tiene poco que ver con la dimensión real de Cortés”.

Martínez Baracs en cambio, asegura que el español buscaba una conquista pacífica. “Cuando se encontró con Moctezuma ya tenía claro cómo quería llevarla a cabo. No buscaba ir señorío tras señorío sino someter a la cabeza del imperio. Después de las masacres en Cuba, donde murió casi toda la población indígena, de ahí que importaran la mano de obra africana, entendió que en México no podía ser igual”.

Rebelión y deuda histórica

Autor de los libros Historias mexicas y Los aztecas, Navarrete defiende la tesis de que la Conquista obedeció a una rebelión contra los mexicas. “No es la subordinación de los indígenas sino el establecimiento de alianzas y pactos entre indígenas y españoles”.

Martínez Baracs destaca como elemento fundamental la forma en que Cortés supo aprovechar las divisiones dentro del imperio mexica. Añade que necesitamos revisar si la alianza de los señoríos se debió solamente a problemas políticos o si de plano ya estaban hartos de una sociedad donde prevalecía la guerra, el militarismo, los sacrificios humanos y la antropofagia. “No comparto la posición de antropólogos relativistas que atribuyen esas conductas al ‘así era entonces’. Mi sensación es que ya había gente cansada y eso facilitó la alianza. Incluso creo que, si no hubieran llegado los españoles, tarde o temprano habría habido una rebelión contra los mexicas”.

De cara a los efectos y las heridas abiertas aún por aquel periodo, en marzo pasado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador solicitó a la Corona Española y al Papa Francisco, una disculpa por los agravios cometidos durante la Conquista.

El exhorto del mandatario generó un debate hacia el rumbo que tendrían tomar las conmemoraciones. Federico Navarrete apunta que el espíritu de la propuesta de López Obrador era abrir un debate público y hacer un balance de lo que fue la Conquista y la colonización. “Creo que eso sería benéfico”, añade.

En contraste, el investigador de la UNAM lamenta la negativa española para sumarse a este análisis. “El nacionalismo los tiene obnubilados y no los veo interesados en pensar autocríticamente”. Sin embargo, advierte también que el gobierno mexicano deberá pedir perdón a los indígenas. “Muchas de las peores cosas que han sufrido estas comunidades las impulsaron los gobiernos del México independiente. Muchas cosas que atribuimos a la Conquista en realidad sucedieron durante los siglos XIX y XX. López Obrador ya dijo estar dispuesto a disculparse con los yaquis y los mayas del siglo pasado, en ese sentido sí veo disposición al diálogo, pero si creen que es será suficiente con culpar a los españoles, se equivocan”.

Rodrigo Martínez Baracs concluye que la historia de la humanidad se sostiene sobre la guerra y la tortura. “Que los españoles nos hayan conquistado no es más que un episodio en esta cadena. En la lógica del perdón todos tendrían que pedírselo a todos. Los mexicas y los tlaxcaltecas tendrían que disculparse. Más allá de pervivir en nuestro victimismo, habría que flexionar sobre la condición humana de violencia para intentar superarla”.