Los sindicatos de maestros “son el único camino a seguir” contra ataques republicanos contra la enseñanza plural e incluyente. Han iniciado acciones en contra de la “dictadura académica” y en defensa del gobierno compartido que se expresan en Florida.

Legisladores conservadores tratan de restringir la enseñanza sobre la historia afroamericana y prohibir libros sobre esta etnia, latinos y otros sectores de minorías, acusaron.

Ante este nuevo embate de la ultraderecha, maestros llevaron a cabo un panel , en el que el tesorero del Sindicato de Maestros de Nueva York, Philippe Abraham, expuso:

“El racismo, por supuesto, no es un fenómeno nuevo, pero está volviéndose a incorporar al discurso político y en las políticas públicas de manera alarmante”.

Aseguró que los ataques a la teoría crítica de la raza y la enseñanza de la historia negra combinados con los ataques a la tenencia y el gobierno compartido “erosionan los derechos de todos los profesores, pero los sienten en especialmente los profesores de color”, dijo.

Randi Weingarten, presidenta de la Federación Americana de Maestros (AFT, siglas en inglés) aseguró que esto no es simplemente un problema de derechos civiles o simplemente un tema laboral.

“Esto no es sólo un problema de libertad académica. Se trata de si, como estadounidenses, vamos a avanzar o no para ser una democracia inclusiva, diversas, multiétnica y multirracial”.

El grupo, sin embargo, representa sólo una pequeña porción de académicos de todo el país ya que el 4 por ciento de los profesores titulares son afroamericanos.

Robert Chambers, miembro de AFT Guild y profesor de comunicaciones/teatrp que enseña en campus predominantemente blancos en el área de San Diego, dojo que es a menudo el único profesor afroamericano a la vista.

Y expuso:

“ Cuando los estudiantes no se ven a sí mismos en el personal, es difícil verse a sí mismos y punto”. Agregó: Necesitamos contratar a más profesores de color”.

Incluso, en la Universidad de Howard, de élite, históricamente afroamericana, algunos departamentos no tienen profesores de esa étnia o sólo hay un miembro de la facultad negra, dijo Marcus Alfred, miembro del capítulo de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios. “La represión importa”, subrayó.

Los participantes señalaron que no se dejen intimidad por los ideólogos de derecha y en un entorno hostil a su enseñanza.

Los profesores del campus de McLin están preocupados por la “dictadura académica” y buscan una “democracia académica” que proporcione un lugar en la mesa para los profesores. “Cuando se trata de la libertad académica y nuestro plan de estudio, decimos que el cuerpo docente debe participar”, dijo.

Johnson, de la Universidad Edward Waters, está preocupado por amplificar las voces de los profesores al preservar el sindicato de su campus, donde la administración cuestionó el derecho a organizarse en función de la afiliación religiosa de la escuela.

Incluso, sin el reconocimiento oficial, el capítulo sindical de Johnson ha podido apoyar a sus miembros y los sindicatos están ayudando a navegar una lucha contra la Junta Nacioonal de Relaciones Lborales. En San Diego, el sindicato jugó un papel decisivo en la obtención de beneficios de atención médica y horas de oficina para los profesores de medio tiempo, dijo Chambers y McLin aseguró que AAUP está ayudando a revitalizar el capítulo en Jackson State.

“En Howard, los principios de AAUP son la base de nuestras luchas”, dijo Alfred. Está convencido de que, a medida que la libertad académica y el gobierno compartido se enfrentan a amenazas cada vez mayores en colegios y universidades, los sindicatos “son el único camino a seguir”.