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El Cuate: ¡Siempre 26! ¡Siempre presente!

April 16, 2023 - por

El Cuate: ¡Siempre 26! ¡Siempre presente!

Monterrey, N.L. 

Sin El Cuate, Antonio del Conde, la historia de la Revolución Cubana hubiera sido otra, ya que El Cuate fue quien donó a esa Revolución, el yate Granma, que era de su propiedad y en el cual 82 expedicionarios, al mando de Fidel Casto, partirían de Tuxpan Veracruz para establecer base guerrillera en la Sierra Maestra de la isla de Cuba.

La historia del Cuate en buena parte la cuenta él mismo, en video que se filmó con ese fin y donde él relata las peripecias y grandes hazañas de los revolucionarios del Movimiento 26 de Julio, de cómo se integró y de cómo colaboró para el triunfo de la Revolución e inclusive, el desempeño de sus labores al lado de Comandante Ernesto Che Guevara para impulsar la economía de Cuba, una vez que tomaron el poder político. Consúltese: https://fotogramas.politicaconciencia.org/w/jdPCndnWzoCtno2mdsA1oh

El Che, Raúl y Fidel Castro y El Cuate

Definitivamente, el papel insurgente del Cuate es muy diverso en esa lucha de los revolucionarios cubanos y su cooperación “clave” con el yate Granma, lo convierten en una leyenda para Cuba y México y en ese sentido, su muerte suscitada a los 97 años el pasado 28 de Marzo, en asilo de Tecate, Baja California (aunque se supo de ello por Prensa Latina, en Cuba, hasta el viernes 7 de Abril), abre muchos recuerdos de esos años del arranque de la Revolución Cubana desde México. En este caso, el tremendo Cuate nos trae recuerdos de la ubicación de una zona donde se prepararon los milicianos del 26 de Julio ubicada en la Huasteca Veracruzana, un escenario muy parecido a la realidad ambiental de lo que sería su área de sus primeros combates guerrilleros, contra el ejército del dictador Batista: La Sierra Maestra.

A continuación brindamos al lector una investigación periodística realizada en esa zona mencionada hace 11 años y con entrevistas a personajes que “les echaron la mano” a los del 26 Julio, para sacar adelante su empresa de preparación y pudieran partir a la Sierra Maestra en el Granma desde el río Tuxpan, en el estado de Veracruz.

Entrenó Fidel Casto y el 26 de Julio en la Huasteca veracruzana

(Publicado en Regio.com el 26 de Julio del 2012)       

Raúl A. Rubio Cano

Cada 15 días, entre sábado o domingo, en el año de 1956, llegaban milicianos en tres jeeps y los estacionaban afuera de la Casa Lozano, el último abastecimiento de víveres y muy diversos insumos que para los años de mediados del siglo XX, era esa el último bastión del “hombre blanco” para después de ahí, entrar a la selva de las Huastecas, un territorio inhóspito de indios, bandidos, aventureros, y hasta ex nazis que ahí se refugiaron, era gente que en sí se negaba a relacionarse con la sociedad de ese tiempo, sitio perfecto para que Fidel Castro y los integrantes del 26 de Julio establecieran un campo de entrenamiento por la semejanza del terreno con La Sierra Maestra, sitio próximo de operaciones en su regreso a Cuba.    

La Casa Lozano, fundada por Don Miguel Lozano y su esposa Doña Chela Cano, habían creado ese sitio de abastecimiento en Álamo, Veracruz, un lugar tremendamente singular ya que en esa instalación comercial, monumento de madera de grandes tablones y en alto por las inundaciones de las lluvias tropicales y huracanes, se encontraba en ella todo tipo de herramientas, hasta pólvora, postas o balas de 38 Súper y 45 y cartuchos de escopeta 12, ropa, sobreros, huaraches, cueros diversos, sillas de montar, alimentos variados y rica latería, carnes secas, conservas, se compraba el chicle de la Huasteca y otros productos de la selva y cultivos, llegándose a producir refrescos y leche embotellada de sabores, en fin, era un mundo de mercancías bien seleccionadas para los habitantes de tan apartada región y sus formas de vida que esos colonos iban conformando al avanzar sobre territorios totonacas y demás naciones indias de las Huastecas, todo impulsado desde principios de siglo XX por los descubrimientos de ricos mantos petroleros.

La civilización del oro negro se imponía con hombres rudos, malandrines, ingeniosos, trabajadores, y mujeres que supieron soportar las inclemencias del clima y de sus propios hombres; aquello era en sí, una región donde imperaba la Ley del revolver o la del machete filoso, necesario para llegar a hacer “cuadritos” hasta al más pendenciero o armado enemigo.

El Cuate. 

En ese mundo tan apartado de poblaciones capitales como Tampico o Veracruz, es en donde se prepararon las gentes de Fidel, “yo era un niño de diez años, yo los veía llegar a la tienda para hablar con mi papá (Don Miguel) traían su lista comisaria, y papá les daba crédito y luego pagaban en la siguientes semanas y así iban y venían, no sé cómo se fueron a entrenar a la sierra y no sé cómo se contactaron con un tal Pancho Cuervo que era el sitio a donde llegaron e instalaron su campo de entrenamiento…” asegura Miguel Lozano Cano, hoy, un profesionista en el campo de contaduría en Tampico, Tamaulipas, con más de sesenta años, el hijo menor de la familia de Don Miguel.

Por su parte, otro testigo de esas vistas de Fidel y de su gente a la Casa Lozano, fue Rolando Lozano Cano, hermano de Miguel, un hombre fuerte a sus setenta años, que hoy vive en su rancho cerca de Naranjos Veracruz y, en dirección al rancho de Pancho Cuervo, asegura al respecto “llegaban a la tienda, a Alamo, tranquilos, con sus uniformes verde olivo, era una caravana tipo militar, no les vi armas, no generaban problemas y yo les ayudaba a cargar sus mercancías. Por lo que respecta a Pancho Cuervo, decían que era un hombre muy preparado y que por lo mismo era un hombre que servía como mediador o como autoridad en esa tierra sin ley…”

Indica, Miguel Lozano, que: “El rancho de Pancho Cuervo estaba en lo que es hoy Ixhuatlán de Madreo, que está entre la frontera de Veracruz y el estado de Hidalgo y una zona llamada la Ceiba que era Puebla, prácticamente un sito de conexión de tres estados, e iban ahí los milicianos del 26 de Julio por las características del terreno para con la zona que posteriormente irían a combatir en Sierra Maestra y, era de esperarse que tal movilización y entrenamientos, implicaba autorización del gobierno mexicano, porque si no ¿Cómo hubieran andado como Juan en su casa…?

“Además, hay que considerar que era una zona desmilitarizada, allí no llegaban los militares y ahí imperaba la Ley del revólver, bueno, no era revólver, era la Ley de la escuadra, Súper 38 o 45.”

Hoy, indagar en ese  poblado donde se ubicaba el rancho de Pancho Cuervo, es muy peligroso, primero porque es territorio Zeta y segundo, la urbanización de la zona a borrado con todo; sin embargo, de ahí salieron contingentes con rumbo a Tuxpan Veracruz, para abordar un 25 de noviembre de 1956 el yate Granma y llegar a Cuba, Fidel Castro y 82 integrantes del 26 de Julio, un dato que casi nadie ha conocido y que el mismo Fidel en sus últimas memorias nunca comentó ese sitio de entrenamiento y demás pormenores del mismo. Hoy, Regio.com, en su viaje reciente a la zona de las Huastecas, pudo entrevistar a testigos de la presencia de los guerrilleros cubanos en esa selva, como es el caso de los hermanos, Lozano Cano, que ayudaron a abastecer de víveres sus jeeps, los vieron físicamente y los identificarían años después en las fotos de la época, hoy, nuestro medio ofrece a sus lectores esta breve historia del caso. De ello todavía hay mucho que contar, valga lo presente, en referencia conmemorativa a un aniversario más de la formación del Movimiento 26 de Julio, base motriz de la Revolución Cubana encabezada por Fidel Castro y su pueblo.

El Cuate: ¡Siempre 26…! ¡Siempre 26…! 

Cabe por último recordar que El Cuate nunca dejó de ser un hombre de ideas revolucionarias, admirador de Andrés Manuel López Obrador y siempre veía La Mañanera; como diría Tomás Pliego, fundador de Morena a La Jornada (8/4/2023): “era una persona que vivía en absoluta austeridad, sin lujos, sin privilegios y jamás buscó provecho o algún cargo político”. Sería un hombre como comenta el cantautor cubano Carlos Puebla, en su canción dedicada al histórico movimiento revolucionario cubano del 26 de Julio: El Cuate “¡Para nosotros siempre es 26…Siempre es 26!” y por ello, siempre estará presente en la memoria de los revolucionarios de este mundo ¡Órale!