Monterrey, N.L.

“Es más fácil dividir un átomo que eliminar un prejuicio” : Albert Einstein.
En las últimas horas, pareciera que estoy en la Alemania fascista de hace casi un siglo.
Es increíble los prejuicios extendidos que hay en México, y el odio que provocan.
Decía Miguel de Unamuno que “el fascismo leyendo se quita. Y el racismo, viajando”.
Pero cuando la gente solo lee lo que exacerba su odio, y solo viaja a sitios donde gente de piel más oscura sirve a los que tienen la piel más clara, y no interactúan entre ellos en lo más mínimo, pues; seguimos obteniendo los mismos resultados.
La ignorancia y la infodemia se pueden compensar con los “otros datos”, con la información veraz y objetiva.
Pero muchos, en lugar de aceptar esa información, en lugar de interactuar con quienes, para ellos, son “diferentes”, solo porque su pigmento de piel es diferente, o su origen étnico, estrato socio económico y/o hasta preferencia sexual es diferente (no se diga preferencia politica); prefieren continuar con sus prejuicios.
Puedo dar toda la información del mundo en mis muros. Si para algunos, soy un “whitexican conservador mocho que no se acepta como todo lo anterior”, mientras que para otros soy “un comunista que quiere que todos seamos pobres, porque es un pinche conformista”, pues, insisto: aunque comparta como ya dije “toda la información del mundo”, la gente va a preferir seguir con sus prejuicios y su odio.
Ahora que, de no ocurrir algo de nivel catastrófico, parece que nos va a gobernar una mujer, de izquierda, y ¡judía!, insisto: veo comentarios que no tienen nada que envidiar a la Alemania de los 30 del siglo XX.
Y muchos de esos comentarios, expresados por gente que se supone “educada”, y que hasta presumen ser “religiosos” y “amar al prójimo”.
Si lo notaron, ayer deje de compartir información prácticamente a partir del mediodía. Hoy pienso descansar. No puedes tener diálogos con personas que no quieren analizar paradigmas, ver hechos o dar pruebas de las acusaciones que sueltan sin el mayor empacho. Porque si la mitad de lo que afirman fuera cierto, con la mano en la cintura podrían anular el proceso interno de MORENA, apelando a la justicia electoral. Si no lo han hecho, es simplemente porque lo que afirman proviene de un prejuicio. Un prejuicio que nació del odio. Un odio, que nació por una “razón”, un motivo particular de cada uno. Pero que si se atrevieran a analizarlo, verían que en un gran porcentaje de los hechos es solo por un motivo egoísta, que no tiene nada que ver con el bien común.
O por mentiras, que permiten que se extiendan los prejuicios. Mentiras como “el pobre es pobre porque quiere, y por flojo”, o del tipo de “el actual régimen quiere quitarnos nuestras casas y propiedades” (sic).
Se vio que aumentar salarios disminuyó la pobreza, y a nadie el gobierno le quitó su propiedad. Claro, a menos que fuera para hacer una obra que influya en un bien común. Los únicos que quitan casas, son los muy capitalistas bancos. A ellos no les interesa si la gente se queda sin empleo. Y esta aseveración no es un “discurso de odio”. Es solo la verdad.
Creo que no pondré tantas opiniones como antes. No tiene ni le veo sentido. Seguiré subiendo información, aunque sé que eso no combate los prejuicios y el odio.
Pero, por lo menos, muchos no van a poder aducir “ignorancia”, al proporcionarles esa información.
Por lo menos, hasta que aprendan a leer otros libros donde no se exacerbe su fascismo. Y hasta que aprendan a viajar a sitios donde a la gente “diferente” a ellos, por el motivo que quieran, los vean como iguales. Y no sólo como “los que tienen que limpiar el cuarto”.
Que así sea.