El Plan de Rescate Estadounidense proporcionará 223 mil millones de dólares al sector educativo nacional. Habrán de repartirse de esta manera: 170 mil millones  en fondos para escuelas y colegios públicos, 40 mil millones para cuidado infantil, tres mil millones para estudiantes discapacitados y diez mil millones para ampliar las pruebas COVID en las escuelas, según expresó el tesorero de la Federación Americana de Maestros, Fedrick Ingram.

El citado Plan fue aprobado recientemente por las Cámaras de Representes y el Senado y suscrito por el presidente Biden para apoyar a la nación, al pueblo afectado por la pandemia. En este contexto, la presidenta de esa institución de docentes, Randi Weingarten, aseguró que es necesario reinventar a la educación pública.

Como mínimo, agregó, las escuelas deben contar con el apoyo y los recursos necesarios para abordar las necesidades traumáticas de los estudiantes, socioemocionales, de desarrollo y académicas.

La lideresa del otro gremio nacional de docentes, la Asociación Nacional de Educadores, Becky Pringle, estableció que “tenemos la oportunidad sin precedente de crear escuelas públicas que merecen todos los estudiantes”.

Ambos sindicatos, que agrupan casi a cinco millones de maestros, se han unido para crear una crear una agenda común a fin de garantizar que todos los estudiantes del país reciban recursos y el apoyo en el regreso a clases.

“Nuestra misión es exigir escuelas públicas más sólidas y más oportunidades para todos los estudiantes, blancos, latinos, afroamericanos y asiáticos por igual. Debemos apoyar a todos los alumnos a través del desarrollo social, emocional y académico”, indicó Pringle.

En California, el titular de Educación, Tony Thurmond, ha dicho que habrá seis mil millones de dólares para un regreso seguro a la instrucción en persona y proporcionará a las escuelas recursos para ampliar los apoyos académicos, de salud mental y socioemocionales, incluso durante el verano.

El funcionario explicó que dos mil millones de dólares han estado disponibles para la instrucción enpersona, incluyendo modelos híbridos hasta antes del 1 de abril. El financiamiento se reducirá en uno por ciento por cada día de instrucción calendario que todos los grupos requeridos no estén recibendo instrucción en persona.

Estos recursos se pueden perder si un organismo educativo local no ofrece clases personalizadas antes del 15 de mayo. Este financiamiento se puede usar para fines asociados con las clases presenciales, incluidas las pruebas COVID-19, limpieza y desinfección, equipos de protección personal, ventilzación, salarios y servicios de apoyo a la salud social y mental, explicó Thurmond.

Hizo saber que los cuatro mil 600 dólares se pueden aprovechar para el tiempo de aprendizaje educativo prolongado, apoyos de aprendizaje, salud, consejería de salud mental y aprendizaje emocional social, centros educativos comunitarios, apoyos con alumnos a deficiencia de crédito y capacitación para el personal de la escuela.

MULTIPLES CRISIS

“Hemos estado viviendo múltiples crisis: la pandemia que ha exacerbado en términos de desigualdad, devastación económica que causó la crisis climática que ha provocado incendios forestales, sequía y racismo”, dijo Weingarten.

Aseguró, igualmente, que “el coronavirus ha puesto al descubierto profundas fisuras e inequidades en este país y los niños, los educadores y las comunidades han soportado un año sin precedente de frustración, dolor y pérdida”.

La agenda conjunta de NEA y AFT tiene cinco prioridades:

1.- Aprendizaje, enriquecimiento y reconexión para este verano y más allá.

2.- Diagnóstico del bienestar y el éxito académico de los estudiantes.

3.- Satisfacción de las necesidades de los estudiantes más desatendidos.

4.- Excelencia profesional para el aprendizaje y el crecimiento.

5.- Un sistema educativo que se centre en la equidad y la excelencia.

Estos puntos ya fueron compartidos con el Secretario de Educación, Miguel Cardona.

Esperan su respuesta y confían que será positiva porque Cardona es maestro, lo mismo que la esposa del presidente Biden y la administración federal es pro sindicalistas y defensora de la educación pública.